Los partidos en conflicto en Libia se reunirán la próxima semana en Ginebra bajo los auspicios de la ONU para detener la violencia y la crisis política en el país, pero el resultado del diálogo parece muy incierto dada la amplitud de las divergencias.
Tras la caída del líder Muammar Gaddafi en octubre de 2011, Libia se ha ido hundiendo lentamente en el caos, con el auge de milicias de ex rebeldes que ahora son ley en el país.
La situación ha empeorado en los últimos meses con dos gobiernos y parlamentos paralelos, aumentando los temores de una guerra abierta, mientras que Trípoli y Benghazi (este) han caido bajo el control de las milicias.
«Los partidos de Libia acordaron celebrar una nueva ronda de diálogos políticos con el objetivo de poner fin a la crisis política y de seguridad en el país», según anunció este sábado la misión de la ONU en Libia (UNSMIL).
La reunión se llevará a cabo la próxima semana en la sede de la oficina de la ONU en Ginebra, gracias a un acuerdo alcanzado por el jefe de la UNSMIL, Bernardino León, después de largas consultas con los partidos durante las últimas semanas.
«Última oportunidad»
Esta reunión, según la representante de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, «representa una última oportunidad que debe ser aprovechada. Libia está en un momento crítico y las partes interesadas no deberían tener ninguna duda sobre la gravedad de la situación en el país».
«Con el fin de crear un ambiente propicio para el diálogo», el Sr. León propuso una «congelación de las operaciones militares durante unos días.»
«La ONU considera que es extremadamente importante (…) parar los combates para que este diálogo político puede comenzar con una buena base», declaró el jefe de la UNSMIL.
Una reunión de diálogo programada para este lunes había sido aplazada indefinidamente, debido a la dificultad de encontrar «un lugar que cumpliera con todos los requisitos de seguridad», había indicado un portavoz de la ONU.
El objetivo principal del diálogo es «la formación de un gobierno de unidad que contaría con un amplio apoyo y allanaría el camino para un entorno estable» apoyando la adopción de una nueva Constitución, destacó la UNSMIL el sábado.
Libia está dirigido por dos gobiernos que compiten por el poder a distancia, uno próximo a las milicias de»Fajr Libya» (Amanecer de Libia) que controlan Trípoli y el otro reconocido por la comunidad internacional, con sede en Tobrouk, cerca la frontera con Egipto. También cuenta con dos parlamentos.
En ausencia de un ejército y una policía regulares bien entrenados, el país vive al ritmo de los enfrentamientos entre las milicias tribales que compiten por el poder y la riqueza del petróleo, y el surgimiento de grupos islamistas.
Fuerzas leales al general Khalifa Haftar y a Abdallah al-Theni, el primer ministro reconocido por la comunidad internacional, encabezan ofensivas en varias áreas que habían caido en manos de los islamistas, incluyendo Bengasi.
El General Haftar, que se apoya en antiguos oficiales de las brigadas del ejército de Gadafi y otras brigadas del este de Libia, incluyendo las fuerzas especiales y las fuerzas aéreas, han reaccionado positivamente a la propuesta de ONU de detener los combates, comunicó el Sr. León.
Pero sobre el terreno, el sábado estallaron nuevos enfrentamientos en Aïn Mara cerca de Derna a 1.300 km al este de Trípoli, matando a 13 personas, cinco soldados y ocho insurgentes, según un portavoz del mando de las fuerzas libias que dijo que los milicianos pertenecían al grupo «Majless Choura de combatientes de Derna”, una coalición creada en diciembre, que reúne a varias milicias islamistas.
La rama libia de la organización del Estado islámico yihadista (EI), bien establecida en Derna, también había anunciado el jueves que había ejecutado a dos periodistas tunecinos, un anuncio, que aún no ha sido confirmado por Túnez.
[Fuente: afriqueexpansion.com-Fundación Sur]