Rusia ha intensificado sus esfuerzos para fortalecer las relaciones que ha construido con las naciones africanas de habla portuguesa, posicionándose como una potencia militar sin un pasado colonial. Los seis países africanos de habla portuguesa o lusófona han firmado acuerdos militares con Rusia. El inicio de esta relación se dio durante la era soviética, cuando las organizaciones de liberación de los países lusófonos, en busca de independencia del régimen colonial portugués, recibieron apoyo político y militar de Moscú. Después del fin de la Unión Soviética, las relaciones con Rusia continuaron. La Comunidad de Países de Habla Portuguesa (CPLP), bloque de nueve naciones en las que el portugués es el idioma oficial, se enfrenta una discreta pero intensa disputa en relación con la posición de algunos Estados miembro sobre la guerra de Rusia en Ucrania. Seis de los nueve miembros de la CPLP se encuentran en el continente africano: Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique, Santo Tomé y Príncipe y Guinea Ecuatorial. De estos, sólo dos, Cabo Verde y Santo Tomé y Príncipe, han condenado la invasión y subsecuente guerra de Rusia con Ucrania, pese a que en 2022 Angola y Guinea-Bissau consideraron como ilegales los referendos de Rusia sobre la anexión de territorios del este de Ucrania. Portugal, Brasil, Timor Oriental y Cabo Verde apoyaron casi todas las resoluciones de la sesión especial de emergencia de la Asamblea General de la ONU dedicada al conflicto, los demás países lusófonos de África se abstuvieron o no participaron en el proceso.
En los últimos años, Moscú ha buscado intensificar los vínculos históricos con los países africanos miembros de la CPLP. Portugal, antigua potencia colonial de estos países, ha expresado su preocupación en relación con informes de que Santo Tome y Príncipe han firmado un acuerdo de cooperación militar indefinido con Rusia. El acuerdo, firmado en San Petersburgo el 24 de abril de este año, prevé entrenamiento militar, apoyo logístico y «posibles colaboraciones» con barcos y aviones rusos, de acuerdo con lo publicado en el boletín oficial de noticias de Rusia. Según se informa, el acuerdo se implementó el 5 de mayo. El ministro de Asuntos Exteriores portugués, Paulo Rangel, expresó «consternación, preocupación y confusión» ante el acuerdo militar. Este acuerdo no interfiere en las relaciones entre Portugal y Santo Tome y Principe. Militarmente, Santo Tomé y Príncipe ha colaborado principalmente con Brasil y Portugal, cuya marina patrulla las aguas del archipiélago. Las fuerzas armadas portuguesas se han encargado de brindar entrenamiento militar en el país desde su independencia en 1975.
Otros países miembros de la CPLP han opinado sobre el acuerdo. Zacarias da Costa, diplomático de Timor Oriental y actual secretario ejecutivo de la CPLP, en relación con el acuerdo militar ruso-santotomense indicó que no debe ser «dramatizado», enfatizado la necesidad de respeto a la soberanía de todos los estados de la CPLP. El primer ministro de Cabo Verde, Ulisses Correia e Silva, resaltó que el objetivo de la CPLP no es establecer una posición común en política exterior, si no mas bien encontrar el equilibrio. Silva afirmó que una posición común sería ideal, pero no es la función de la organización, los miembros son países “libres e independientes”. En respuesta, el primer ministro de Santo Tomé y Príncipe, Patrice Trovada, respondió a la polémica y declaró a los periodistas que su país es un Estado independiente y soberano, por lo cual no permitiría que nadie determinase con quién se puede llegar a acuerdos amistosos. Cabe mencionar que, dentro de Santo Tomé y Príncipe, Raúl Cardoso, portavoz del Partido Social Demócrata (MLSTP-PSD), en la oposición, afirmó su preocupación en relación con el acuerdo, incidiendo sobre el echo de que la cooperación no está limitada en el tiempo y el carácter secreto del acuerdo.
La prensa internacional ha descrito con frecuencia la significancia estratégica del archipiélago Santo Tomé y Príncipe, situado en el ecuador y con aproximadamente 220.000 habitantes. Desde 1992, la emisora estadounidense Voice of America opera desde allí una estación que le permite retransmitir su contenido por el continente africano en onda corta y media, gracias a la ubicación ideal del archipiélago. Por otro lado, su proximidad a Nigeria, Gabón, Guinea Ecuatorial y Angola, principales países exportadores de petróleo, ha llevado a que se plantee la construcción de un puerto de aguas profundas en el norte de la isla principal de Santo Tomé, lo cual permitiría que grandes embarcaciones petroleras o de contenedores carguen petróleo crudo, abundante en aguas nacionales y de países vecinos. Santo Tomé ha celebrado en el pasado acuerdos de proyectos petroleros marinos con Nigeria y Angola. Las empresas francesas y chinas han mostrado interés en un proyecto portuario de este tipo.
El caso de Santo Tome y Principe es uno mas en la larga lista de países africanos que están fortaleciendo sus relaciones militares con Rusia, dejando de lado vínculos militares anteriores con occidente. Muchos países africanos de habla francesa ya han dado ese paso, y puede ser que más países de habla portuguesa se sumen. Por ejemplo, Umaro Sissoco Embalo, presidente de Guinea-Bissau, visito Rusia el 9 de mayo, día que recordaba la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, participando en las celebraciones oficiales en Moscú. Embalo declaró que Rusia puede contar con Guinea-Bissau como un «aliado permanente y leal«. Al regresar de su viaje, Sissoco mencionó que aprovechó su visita a Moscú para hablar sobre las formas en las que ambos países pueden beneficiarse mutuamente. Aunque Guinea-Bissau firmó un acuerdo militar con Rusia en noviembre de 2018, se espera que se firme un nuevo acuerdo, con un enfoque actualizado en una mayor cooperación militar entre Rusia y Guinea-Bissau.
Fuente: DW – Imagen: elaboración propia en base a la imagen por GumSkyloard disponible en Wikipedia.
[Traducción y edición, Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]