Los obispos del Congo (RDC) instan al pueblo a no permitir que los políticos roben la soberanía

Los Obispos católicos de la República Democrática del Congo (RDC) en una declaración colectiva al final de su 57° Asamblea Plenaria, plantearon seis cuestiones que afectan a la nación de África Central».

En el comunicado de 5 páginas compartido con ACI África, los miembros de la Conferencia Episcopal del Congo (CENCO) destacan los desafíos de la pandemia de la COVID-19 en la población, la pugna por el poder y por el posicionamiento político entre los miembros del partido gobernante, el incumplimiento de las instituciones estatales, las dificultades económicas, la inseguridad y los abusos de los derechos humanos como cuestiones que quieren abordar.

Con respecto al coronavirus, los miembros de la CENCO expresan su preocupación por la incapacidad del gobierno para apoyar a los ciudadanos en la nación centroafricana que enfrenta numerosos desafíos ocasionados por la pandemia:

“En un momento en que los hombres y mujeres congoleños languidecen en la miseria y la pobreza, agravados por las restricciones de la COVID-19, el Gobierno se ha mostrado reacio en su respuesta para ayudar a reducir estos efectos sobre la población y los trabajadores de la salud”.

“La efusión de solidaridad es prueba suficiente de que el pueblo congoleño es capaz de ayudarse y cuidarse unos a otros en situaciones difíciles”, afirman los obispos en su declaración colectiva del 17 de octubre emitida al final de su reunión celebrada en la Archidiócesis de Kinshasa. Añaden: “No bajemos la vigilancia y sigamos respetando escrupulosamente las medidas preventivas puestas en marcha para evitar la propagación de la pandemia”.

Los integrantes de la CENCO también expresaron su preocupación por la continua “búsqueda de poder y de posición entre los miembros de la coalición gobernante”:

“A pesar de nuestros varios llamamientos a los aliados de la coalición gobernante para que pongan fin a sus luchas internas y se dediquen en cambio a trabajar por los intereses del pueblo, nos entristece profundamente la repugnante indiferencia de los actores políticos mientras el país está al borde del bancarrota”.

Les preocupa que “los aliados en el poder estén dedicando sus energías a cálculos de posicionamiento en relación a las elecciones de 2023 con miras a retener o recuperar el poder […] La obsesión por el poder y el puesto de la coalición gobernante lleva a la confiscación de la soberanía del pueblo congoleño”.

Los obispos de la RDC instan al pueblo de Dios en el Congo a “no permitir que nos roben la soberanía” y añaden: “Nuestra situación cambiará desde el día en que los que están en el poder comprendan que para permanecer o acceder al poder, deben servir a nuestros intereses«.

“Exhortamos a los actores políticos a ponerse sinceramente al servicio del bien común. Como servidores del pueblo, que se preocupen por su bienestar y estén preparados para rendir cuentas”.

En su declaración firmada por el presidente de la CENCO, Marcel Utembi, los obispos también están preocupados por el incumplimiento de las instituciones estatales con “muchas batallas por el control de la Comisión Electoral Independiente (CENI) y la falta de consenso en torno a las reformas electorales”:

“Peor aún, nuestro país se encuentra en una situación en la que la máxima autoridad judicial, la Corte Constitucional, se ve impedida de cumplir con sus funciones”.

Como camino a seguir, piden a los ciudadanos de la nación centroafricana que “salgan del letargo y se mantengan vigilantes en el respeto de la Constitución, así como en el respeto de la verdadera independencia de la CENI y la Magistratura”.

Los miembros de CENCO también expresaron su preocupación por las dificultades económicas señalando que la economía del país «está en fuerte declive, con una reducción drástica del poder adquisitivo de la población, lo que lleva a un aumento de la pobreza y el desempleo«.

“El sector minero del que podría depender el país está, como muchos otros, plagado de corrupción y beneficia más a unos pocos individuos, multinacionales y grupos criminales militarizados que a la población”.

En medio de los desafíos económicos, los obispos de la República Democrática del Congo invitan al pueblo a “seguir siendo creativo, trabajador y solidario para afrontar las consecuencias económicas que se experimentan a diario”.

En cuanto a la inseguridad y la violencia que ha provocado la pérdida de vidas humanas y propiedades en las provincias de Ituri, Kivu del Norte, Kivu del Sur y Tanganica, los miembros de la CENCO señalan que “Los conflictos comunitarios recurrentes también demuestran la debilidad del gobierno congoleño, que parece ser inexistente en lugares donde proliferan milicias y grupos armados de todo tipo con su procesión de miseria”.

Los obispos “denuncian y condenan enérgicamente” las amenazas de muerte contra el obispo Dieudonné Uringi de la diócesis de Bunia y su homólogo, el obispo Sébastien Muyengo de la diócesis de Uvira: “Conscientes de su misión profética, no hicieron más que ejercer su ministerio como Pastores preocupados por el bienestar y la convivencia pacífica de los pueblos confiados a su cuidado pastoral.

Piden a los ciudadanos congoleños que “resistan pacíficamente la balcanización de nuestro país, la despoblación y la ocupación de la tierra mediante la cohesión nacional y el rechazo a la traición, favoreciendo el surgimiento del patriotismo junto a nuestras Fuerzas Armadas”.

Los obispos también expresaron su preocupación por los graves abusos de los derechos humanos en la nación centroafricana: «El ímpetu por la libertad de expresión y la manifestación pública, acogido con entusiasmo por nuestra población, se ha estancado«. Afirman que «ciertos partidos políticos están reemplazando los servicios estatales y socavando no solo el orden público, sino también la dignidad humana y el respeto por los derechos humanos«.

Como camino a seguir, los Obispos “exigen que nuestro Gobierno haga una solicitud formal para el establecimiento de un Tribunal Penal Especial para la República Democrática del Congo para procesar a los presuntos responsables, tanto internos como externos, de las miles de muertes y víctimas de la masiva violaciones de derechos […] La República Democrática del Congo es nuestra tierra, nuestro ‘regalo bendito’, nuestra herencia inalienable, y no debemos permitir que nos la quiten”.

Los miembros de CENCO instan además a los congoleños a «mantenerse firmes y fieles a los ideales trazados por nuestros padres de la independencia«. Manteniéndose firmes, dicen los obispos, será posible “legar a las generaciones futuras ya no un Congo de lágrimas y llantos, divisiones y guerras, sino un país próspero, un Congo de paz, reconciliación y fraternidad. Es responsabilidad de todos”.

Don Bosco Onyalla

Fuente: ACIAfrica

[Fundación Sur]

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