Un influyente grupo de obispos católicos en la República Democrática del Congo (RDC) pidió públicamente ayer lunes 27 de junio que las elecciones se celebren en la fecha prevista este año y que el presidente Joseph Kabila dimita y se retire cuando termine su segundo mandato.

El presidente Kabila, que ha estado en el poder desde 2001, tiene que dejar el cargo en diciembre. Pero en mayo, el Tribunal Constitucional declaró que podría permanecer en el poder, si las elecciones presidenciales no se organizaban a tiempo. La oposición le acusa de retrasarlas deliberadamente.

«Es imperativo respetar la Constitución», especialmente en relación con «el número y la duración de los mandatos del presidente de la República», dijo el padre Leonard Santedi, presidente de la Conferencia Nacional de Obispos del Congo, en una conferencia de prensa en Kinshasa.

Hizo un llamamiento a los líderes de la RDC a «aceptar la transferencia de poder como algo fundamental en una democracia». «El bloqueo del proceso electoral» crea una «preocupante situación que amenaza con sumir al país en el caos» y añadió que la «responsabilidad es de los líderes políticos».

En un mensaje publicado después de su reunión anual, los obispos lamentan las violaciones de los derechos humanos y el «deterioro de la situación socioeconómica y la seguridad» en el país, especialmente en zonas como el este del país, que están plagadas de milicias rivales.

«Las personas se ven a sí mismas como siendo sacrificadas en el altar de los intereses de los políticos», agregó.

Se cree que el Presidente Kabila estaría contemplando un tercer período en el cargo, pero la oposición le ha advertido de que si se queda en el poder más allá del 19 de diciembre, cuando se acaba su segundo mandato, sería equivalente a un «golpe de Estado constitucional».

El viernes el Presidente Kabila se comprometió a organizar elecciones, pero no dio ninguna indicación de cuándo se llevarían a cabo.

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