Senegal, un país con una rica historia marcada por los encuentros entre pueblos y culturas, se ha convertido a lo largo de los siglos en un modelo de tolerancia y diversidad. Desde los primeros contactos con civilizaciones extranjeras, el país ha forjado una identidad basada en la mezcla de grupos étnicos y familias, creando un caldo de cultivo para la coexistencia armoniosa de las comunidades. Hoy, Senegal brilla por su espíritu de tolerancia religiosa y respeto mutuo entre las diferentes confesiones. Una realidad resaltada por los misioneros salesianos con ocasión de la reciente visita del religioso Alfred Maravilla, consejero general para las Misiones. Como indican en su informe publicado por el corresponsal de RECONA, Senegal es un ejemplo elocuente de diálogo interreligioso, donde la mayoría musulmana coexiste pacíficamente con otras confesiones. De hecho, el 97,2 % de la población senegalesa es musulmana, mientras que el 6 % sigue religiones tradicionales africanas y los cristianos, principalmente católicos, representan alrededor del 2 %.
Lo que distingue particularmente al Islam en Senegal es la influencia de las cofradías sufíes, a las que pertenecen casi el 95 % de los musulmanes. Estas órdenes sufíes abogan por la paz, la tolerancia y el respeto al otro, valores que se han convertido en los pilares de la sociedad senegalesa. Maravilla, originario de Filipinas y antiguo misionero en Papúa Nueva Guinea, destacó la amistad y el respeto mutuo que caracterizan las relaciones entre las autoridades religiosas cristianas y musulmanas del país.
Desde la llegada de los primeros misioneros católicos, las escuelas salesianas siempre han estado abiertas a acoger a los estudiantes musulmanes, promoviendo así una educación en la que el diálogo y la tolerancia religiosa están en el centro de las interacciones. Estas bases sólidas han contribuido a establecer un clima de paz entre las dos comunidades, un ejemplo inspirador para otras regiones del mundo donde las tensiones interreligiosas siguen siendo elevadas.
Durante su visita a Senegal, Maravilla animó a los salesianos a seguir esforzándose por reforzar la coexistencia dinámica entre cristianos y musulmanes mediante iniciativas educativas y sociales. Las escuelas, centros de formación y oratorios salesianos se han convertido, con el paso de los años, en lugares de intercambio donde jóvenes de diferentes credos aprenden a conocerse, a respetarse y a construir juntos un futuro de paz.
Senegal, a través de su historia y de sus opciones sociales, encarna hoy una lección de coexistencia pacífica, donde la diversidad no es una fuente de división, sino una riqueza que une los corazones.
George Nwachukwu
Fuente: RECOWA
