La mayoría de los parlamentarios de Kenia se han echado atrás en su decisión de aprobar el proyecto de ley de comunicación. Han apoyado a los medios de comunicación de Kenia, que han montado una feroz campaña contra los parlamentarios, acusados de vengarse de los medios, por su postura frente al espinoso asunto de los enormes sueldos de los miembros del parlamento y las ventajas, como la de no pagar impuestos.
El primer ministro, Raila Odinga se reunió con los propietarios de los medios de comunicación el pasado día 15, y afirmó que el gobierno no pretende amordazar a los medios, asegurando que él mismo y el presidente son los primeros beneficiados de la libertad de los medios, por lo que la coalición del gobierno no apoya el polémico proyecto de ley de comunicación. El primer ministro asegura que el presidente, Mwai Kibaki, está preocupado por la reacción que el proyecto de ley ha causado.
Hablando por diferentes medios, la mayoría de los parlamentarios incluso de disculparon ante los medios y ante el público en general, por lo que ellos han denominado un “descuido”. William Ruto, ministro de agricultura de Kenia, aseguró que apoyaba completamente la libertad de prensa y calificó la aprobación del proyecto de ley como desafortunada. Al mismo tiempo, otros parlamentarios llegaron a acusar al gobierno de intentar amordazar a los medios.
Pero algunos miembros del Parlamento todavía apoyan la Ley de Comunicación de Kenia, que entre otras cosas, da al ministro de Interior poder para asaltar y desmantelar los equipos de emisión de un medio considerado una “amenaza para la seguridad nacional”. Entre los que lo apoyan está la ministra de Justicia y Asuntos Constitucionales, y la ministra de Asuntos de Género. La ministra de justicia declaró el día 14 que aunque no había leído el proyecto de ley entero, ella creía que lo que deberían hacer es aprobarla, y después el Parlamento ya podría modificarla después. Preguntada sobre el punto concreto del poder del ministerio de Interior para asaltar las emisoras, ella respondió que si ese punto existía, debería ser quitado del proyecto de ley, antes de presentarse al Parlamento.
Además de los medios, numerosas organizaciones se han unido a la campaña de protestas contra el proyecto de ley, entre ellas la Comisión de Derechos Humanos de Kenia y el Consejo Nacional de Iglesias.
Los medios y estas organizaciones han calificado este cambio de opinión de los parlamentarios de hipócrita, acusándoles de ausentarse deliberadamente del Parlamento el día de las votaciones, cuando el proyecto aprobó con la asistencia de 30 miembros escasos.
(Africa News, 17-12-08)