Los líderes del norte han expresado su decepción y frustración después de que el líder rebelde del LRA, Joseph Kony, se negase a firmar el acuerdo de paz, otra vez, el pasado día 29 de noviembre.
Una delegación de 22 hombres, entre religiosos y líderes tradicionales de las zonas afectadas por el conflicto, viajaron el fin de semana al escondite de Kony, en Ri Kwangba, al sur de Sudán, para unas conversaciones previas.
A última hora del domingo, el jefe del equipo del LRA, David Matsanga, declaró que Kony ha pedido más tiempo para reasegurar su seguridad, después de la orden de arresto emitida por el Tribunal Penal Internacional.
El lunes, el presidente del distrito de Gulu, Norbert Mao, señaló: “Kony debería saber que va a ser juzgado por su conducta. Está equivocado”, para después hacer un llamamiento a Kony para que mantenga su palabra.
El comisario de los residentes del distrito de Pader, Santo Okot Lapolo, declaró que “el pueblo del norte de Uganda ahora han visto la verdad, porque están viendo que han sido engañados y sujetos de esclavitud por parerte de Kony. El gobierno ha hecho todo lo que ha podido y ahora el mundo debería hacerse cargo del problema”.
La ministra Judith Franka Akello, sin embargo, ha declarado que Kony debería obtener el tiempo que ha solicitado para firmar el acuerdo. “Pero si el gobierno piensa que es capaz de atacarle y destruir sus fuerzas, ¡adelante!”.
Por su parte el portavoz del distrito, Ray Okwir, declaraba que Kony no está comprometido con las negociaciones. “Está intentando ganar tiempo para organizarse y desestabilizar el norte de Uganda. Está trabajando con fuerzas externas para hacer fracasar las conversaciones de paz”.
Otros presentes en la ciudad del sur de Sudán opinaban que “el gobierno y otros organismos de la ONU deberían asegurarse de que el norte de Uganda no vuelve a desestabilizarse. “Los líderes acholi deben dejar de acudir a él, para intentar persuadirle. Esto se ha convertido en una actividad de turismo! Esto debe terminar, debería utilizarse la fuerza contra Kony para sacarlo de Garamba”, aseguraba Alfred Akena.
Casi todos opinaban que este proceso de paz lleva estancado demasiado tiempo y que se han perdido demasiados recursos, además del tiempo. Para la mayoría, no ha sido una sorpresa que Kony se haya negado a firmar, una vez más, el acuerdo de paz.
(New Vision, Uganda, 02-12-08)