Tres leones salvajes están entre los peligros a los que se enfrentan miles de refugiados congoleños, ya que los tres animales salvajes han huido a la vecina Uganda, huyendo del resurgimiento de los combates.
La ruta hacia el refugio a través de la escarpada Virunga y el parque nacional de la Reina Elisabeth, está poblada por un grupo de leones, famosos por esconderse entre los árboles, leopardos y otras bestias peligrosas.
Katsuva Paluku, el jefe de una familia de cuatro miembros, que pudo llegar finalmente al campo de refugiados de Ishasha, desde Rutshuru, en la República Democrática del Congo, ha declarado que dos mujeres desaparecieron en el parque.
“Tememos que se las hayan comido los leones”, relataba este hombre de 33 años de edad. “Cuando la gente se mueve en pequeños grupos de tres o cuatro, los leones no les dejan pasar, Lo que hicimos nosotros fue esperar a otras familias y caminar en grupos más grandes, de 30 o 40 personas”.
Las fuerzas leales al rebeldes tutsi congoleño, Laurent Nkunda, lanzaron una nueva ofensiva en agosto, echando a las tropas del gobierno y haciéndose con gran parte del territorio de la provincia del Kivu Norte.
Aunque el mes pasado el líder de los rebeldes aseguró que haría un alto el fuego, sus hombres han seguido atacando a las milicias hutu de Congo y Ruanda, aliadas del gobierno. Nkunda asegura que algunos de los hutu de estas milicias están relacionados con el genocidio de tutsis, en Ruanda, en 1994.
Entre las 15.000 personas que han huido del Congo hacia Ruanda, en los últimos días, hay decenas de policías congoleños. Al menos ellos tenían vehículos para huir y rifles para defenderse de los animales salvajes hambrientos.
“Es verdad, algunas personas han sido atacadas por leones, pero no tenemos cifras exactas o nombres”, asegura uno de los guardas del parque, que también huyo a Ishasha, “Aquí, ahora nosotros somos refugiados, no podemos hacer nada”.
La policía local ha advertido a algunos periodistas de Reuters que no se acerquen caminando al campo de refugiados, después de las 21.00 horas, porque se pueden producir ataques de grandes felinos.
Una vez en Ishasha, dentro del parque, la lucha por la supervivencia no se interrumpe. Chantal Kavuta, una tutsi, madre de tres niños, tiene que mantener vigilados a sus hijos, mientras que a la vez se empuja por echar mano a alguna ayuda alimentaria de los trabajadores humanitarios.
Esta mujer declara que ni siquiera puede pensar en volver a casa, mientras que las guerrillas estaban al acecho para “reclutar” a niños en la zona. “Buscan niños de alrededor de 10 años, para convertirlos en niños soldados”, asegura Kavuta. “Y matan a cualquiera que crean que es hutu o un partidario del gobierno”.
Bertrand Bisimwa, un portavoz del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo, CNDP, de Nkunda, ha declarado que no es cierto que los rebeldes recluten a niños a la fuerza o maten a los civiles. “Lo que hacemos es que pedimos a los civiles que trabajen con nosotros, para asegurarnos de que la paz regresas al Congo”, asegura Bisimwa.
Al menos un millón de civiles han sido desplazados por los enfrentamientos entre el CNDP, el ejército y las milicias locales de los Mai Mai, además de los rebeldes ruandeses, desde que Nkunda relanzó su insurgencia, a finales de 2006.
Familias desarraigadas miran cómo se alinea la policía congoleña uniformada de azul en Inshasha cada mañana, para su formación y ronda de identificación. Pero han devuelto sus armas y los porta pistolas de sus cinturones están vacíos. “Ni siquiera podemos protegernos a nosotros mismos, pero esperamos que un día podamos volver a mantener la ley y el orden”, asegura uno de los policías.
El gobierno de Uganda quiere trasladar a los refugiados lejos de la frontera por su propia seguridad. A tan sólo 100 metros, puede verse a los rebeldes de Nkunda en su puesto, del lado congoleño. Un hombre mayor está de pié entre los dos puntos de control, en medio de la carretera y parece confuso, “no sé dónde ir, porque, como se puede ver, los rebeldes controlan la frontera”, señala desesperado.
(News 24, Suráfrica, 01-12-08)
