Los ciudadanos de Jos, en Nigeria se han manifestado contra el ejército en la zona centro del país el día 24 de enero, lanzando piedras y quemando las tiendas de los soldados, a los que se culpaba de la muerte de cinco vecinos durante este fin de semana.
Decenas de personas han muerto en la ciudad de Jos y sus alrededores en las últimas semanas, en los enfrentamientos violentos entre cristianos y musulmanes, y existe el peligro de que se intensifique la violencia al acercarse las elecciones nacionales, el próximo mes de abril, en la nación más poblada de África.
La tensión tiene sus raíces en décadas de resentimiento entre grupos de indígenas, en su mayoría cristianos y animistas, que compiten por el control de las tierras de cultivo fértiles y por el poder económico y político con los migrantes y colonos del norte musulmán.
El comisario de policía del estado de Plateau, .Abdulrahman Akano, dice que unos hombres armados, que al parecer llevaban uniforme militar, atacaron el pueblo de Farin Lamba, al sur de la capital del estado, Jos, el día 23 de enero, matando a cuatro personas e hiriendo a otras tantas.
“Se están llevando a cabo acciones para arrestar a los culpables de este ataque, que han huido”, declaró Akano, añadiendo que un adolescente fue asesinado en un ataque simultáneo en otro pueblo, donde también se quemaron dos casas y otras dos personas que resultaron heridas, están en estado crítico.
Algunos miembros de la comunidad cristiana han acusado a las fuerzas de seguridad de apoyar al grupo étnico Hausa-Fulani, en su mayoría musulmán, durante los disturbios. Los soldados rasos del ejército son de las dos religiones, pero los altos oficiales destinados a la región, son predominantemente musulmanes, según aseguran los cristianos.
El ejército niega las acusaciones.
El general de brigade Hassan Umaru se reunió con los vecinos del pueblo de Farin Lamba y les aseguró que las fuerzas de seguridad eran imparciales, pidiéndoles que presentasen pruebas de lo contrario, según han contado los residentes.
Pero los soldados dispararon al aire para dispersar a los vecinos, la mayoría mujeres, que lanzaban piedras y prendieron fuego a sus tiendas en un asentamiento cercano a Farin Lamba.
Cinco soldados acusados de haber participado en asesinatos previos en la región están siendo investigados, según el ejército.
El estado de Plateau, del cual Jos es la capital, está en el medio del país, el cinturón que divide el norte del sur, donde se juntan los musulmanes del norte con los cristianos del sur. Ha vivido años de tensiones étnicas y es un potencial punto caliente de cara a las elecciones de abril.
Los últimos disturbios elevan la cifra de muertos, en la ciudad de Jos y sus alrededores, a más de 100, desde navidades, cuando se produjeron una serie de ataques bomba y los subsecuentes enfrentamientos en la ciudad.
(IOL, 25-01-11)
