Los albinos de Malaui se movilizan, por Ramón Echeverría

16/11/2021 | Bitácora africana

Sobre los albinos africanos, CIDAF-UCM (anteriormente Fundación Sur) ha publicado una cincuentena de noticias y artículos, además de un Cuaderno monográfico (Junio-julio 2014) realizado por Bartolomé Burgos. En ellos se relatan las supersticiones, abusos y crímenes de los que han sido y siguen siendo víctimas. También se mencionan algunos triunfos personales, como el de maliense Salif Keïta, que de ser marginado por su familia, –los albinos traen mala suerte en la cultura mandinga–, y ganarse la vida como cantante callejero, ha terminado siendo reconocido como “La Voz de Oro africana” y uno de los mejores compositores de pop del continente. O el de la abogada, activista y modelo sudafricana Thando Hopa, que en abril de 2019 ocupó la portada de Vogue Portugal. salif_keita_-_kante_manfila_caratula_disco.jpgTratándose de música y de moda, puede que el albinismo de los personajes haya añadido una pizca de exotismo a su reconocido talante. Pero no es el exotismo lo que los electores buscan en el caso de los políticos. Por eso fue importante el que en noviembre de 2010 un albino, Salum Khalfani Bar’wani, fuera elegido para el Parlamento tanzano, como también lo ha sido la elección de otro albino, Overstone Kondowe, para el Parlamento de Malaui el pasado 27 de octubre. Kondowe ha sido durante muchos años presidente de la APAM (Asociación de Personas con Albinismo en Malaui). El suyo es probablemente el país africano con mayor proporción de albinos, 134.000 según el censo publicado en 2019 por la Oficina Nacional de Estadísticas (hasta entonces se hablaba de unos 15.000) en una población de 20 millones. Kondowe ha sido durante años la figura visible de la población albina que buscaba justicia y reconocimiento. Tirando de hemeroteca y repasando las 42 noticias aparecidas en los últimos cinco años en dos de los más populares noticiarios en línea, Malawi 24 y Face of Malawi, he observado el progresivo avance social de los albinos malauíes.

Lo publicado en 2017 implica tensión entre APAM y el gobierno de Malaui. APAM puso en marcha un plan estratégico de defensa de los albinos (24/7), al mismo tiempo que, tras la muerte por cáncer de uno de sus miembros, acusaba al gobierno de ignorarlos (25/9) y le instaba a que favoreciera su participación social y política (19/10). Entre tanto continuaban los ataques físicos contra los albinos, acusados de ser hematófagos, chupasangres (25/10), y estos, para defenderse, se unían a los de Zambia y Mozambique con el apoyo de un organismo de la ONU (5/11). Un pequeño gesto social positivo: el Almacén Central de Medicamentos había donado cremas para la piel a los albinos de Linlongüe (20/11).

En 2018 continuó la tensión. Disminuyeron los ataques físicos contra los albinos, 65 en 2016 y 15 en 2017 (1/01). Pero después de que la tumba de uno de ellos fuera violada, Kondowe pidió al gobierno que aumentara la protección del colectivo (2/02). Cuando el joven albino Mark Masambuka, fue secuestrado en Machinga, junto a la frontera con Mozambique (13/03), APAM presentó pruebas de que algunos policías estaban implicados en su muerte (2/04) y Kondowe acusó al presidente Peter Mutharika de inhibirse (12/07). El 1/08, Linda Mazanjo, joven albina de 21 años, fue liberada de su secuestrador que se dio a la fuga, y de nuevo APAM se quejó de la lentitud con la que la Justicia se ocupaba de los asesinatos de albinos (8/12).

La tensión entre APAM y el gobierno aumentó en la primera mitad de 2019. El 16/02 Kondowe llamó mentiroso al presidente Mutharika por declarar que había ordenado que las patrullas de la policía velasen las 24 horas del día por la seguridad de los albinos. Y el 22/02 APAM se quejó de la muerte en comisaría de Buleya Lule, implicado en el secuestro de un joven albino de 14 años, Goodson Fanizo. A esta protesta se unió el partido de la oposición, el Malawi Congress Party (22/02), y APAM terminó acusando al presidente Mutharika de interferir en el trabajo de la Comisión encargada de esclarecer los crímenes contra los albinos (19/03). Dos meses más tarde (6/05), y en plena campaña electoral, APAM rechazó como propaganda política un donativo de alarmas que llevaban el nombre de Muthakira. Este fue reelegido el 21 de mayo, pero, tras constatar irregularidades, las autoridades obligaron a repetir los comicios en junio de 2020, en los que vencería el opositor Lazaro Chakwera, del Malawi Congress Party (MCP). Entre tanto Kondowe, que había dejado la presidencia de APAM (25/04) para asumir la de la AUPA (Unión Africana de Personas con Albinismo), fue sustituido por el presentador de la Malawi Broadcasting Corporation (MBC) y Secretario General de APAM, Ian Simbota. Las relaciones con el gobierno siguieron siendo tensas. APAM aplaudió las penas de muerte para los tres asesinos de un albino (15/08), y el proyecto gubernamental de construir casas para personas con albinismo (10/09), pero siguió criticando la lentitud en las investigaciones del gobierno de Muthakira.

2020 fue un año crucial. Comenzó con la detención de los autores de un ataque a una anciana albina de 92 años, Tafwauli Ngoma, a la que le cortaron los dedos de los pies. El ataque ocurrió en Mzimba, cerca de la frontera con Zambia, y Overstone. Kondowe, tras felicitar a la policía, pidió a las autoridades de Zambia que vigilaran a sus curanderos y hechiceros, en posesión de uno de los cuales se habían encontrado los dedos de la anciana (21/02). El 7/03 Ian Simbota fue expulsado de su puesto en la MBC, acusado de criticar al gobierno (con anterioridad, Kondowe había sido cesado de su puesto en el Ministerio de Minas y Energía). Todo comenzó a cambiar rápidamente cuando el 28 de junio Lazaro Chakwera, del MCP inició su andadura como nuevo presidente de Malaui. El 1/07 APAM presentó una lista de propuestas al nuevo gobierno. El 13/07 Ian Simbota felicitó a las autoridades por el esclarecimiento de la muerte de Buleya Lule y la detención de los policías implicados. El 24/07 Patricia Kaliyati anunció que el gobierno invertiría 3.000 millones de kwachas (€150 millones) en la protección de la población albina. El 15/08 Overstone Kondowe fue nombrado consejero del presidente Chakwera para los asuntos de discapacidad. La mujer del presidente, Monica Chakwera aceptó ser patrona de la APAM, protectora y promotora de los derechos de los albinos (2/09).

En 2021, las autoridades se han mostrado mucho más eficaces en la defensa de los albinos. Según las declaraciones de la Inspectora General Adjunta de la Policía, Merlyne Yolamu (22/06), la policía se ha encargado de 194 casos, de los que 73 están siendo investigados y 93 ya han pasado ante los tribunales (entre ellos algunas profanaciones de tumbas). Entre los más recientes, la detención de tres personas acusadas de matar a un joven albino de Mangochi, Dyson Saidi, y la de los asesinos de Prosper Hunderson, brutalmente asesinado en Chikwawa. También ha comenzado a reaccionar la sociedad civil. Así el 1/07, en presencia del primer secretario del Ministerio de Asuntos Sociales, Lions Club donó a APAM 220 pares de gafas para personas con albinismo.

El 27 de octubre, tal vez porque en Malaui ya es un personaje conocido, Overstone Kondowe obtuvo 6.729 votos y su adversaria Aisha Silver 1.929. Según los observadores, fueron elecciones limpias, y bastante reñidas. Esperemos que cunda el ejemplo de los albinos de Malaui, y que el ejemplar triunfo de Kondowe no se le suba a la cabeza.

Ramón Echeverría

Autor

  • Investigador del CIDAF-UCM. A José Ramón siempre le han atraído el mestizaje, la alteridad, la periferia, la lejanía… Un poco las tiene en la sangre. Nacido en Pamplona en 1942, su madre era montañesa de Ochagavía. Su padre en cambio, aunque proveniente de Adiós, nació en Chillán, en Chile, donde el abuelo, emigrante, se había casado con una chica hija de irlandés y de india mapuche. A los cuatro años ingresó en el colegio de los Escolapios de Pamplona. Al terminar el bachiller entró en el seminario diocesano donde cursó filosofía, en una época en la que allí florecía el espíritu misionero. De sus compañeros de seminario, dos se fueron misioneros de Burgos, otros dos entraron en la HOCSA para América Latina, uno marchó como capellán de emigrantes a Alemania y cuatro, entre ellos José Ramón, entraron en los Padres Blancos. De los Padres Blancos, según dice Ramón, lo que más le atraía eran su especialización africana y el que trabajasen siempre en equipos internacionales.

    Ha pasado 15 años en África Oriental, enseñando y colaborando con las iglesias locales. De esa época data el trabajo del que más orgulloso se siente, un pequeño texto de 25 páginas en swahili, “Miwani ya kusomea Biblia”, traducido más tarde al francés y al castellano, “Gafas con las que leer la Biblia”.

    Entre 1986 y 1992 dirigió el Centro de Información y documentación Africana (CIDAF), actual Fundación Sur, Haciendo de obligación devoción, aprovechó para viajar por África, dando charlas, cursos de Biblia y ejercicios espirituales, pero sobre todo asimilando el hecho innegable de que África son muchas “Áfricas”… Una vez terminada su estancia en Madrid, vivió en Túnez y en el Magreb hasta julio del 2015. “Como somos pocos”, dice José Ramón, “nos toca llevar varios sombreros”. Dirigió el Institut de Belles Lettres Arabes (IBLA), fue vicario general durante 11 años, y párroco casi todo el tiempo. El mestizaje como esperanza de futuro y la intimidad de una comunidad cristiana minoritaria son las mejores impresiones de esa época.

    Es colaboradorm de “Villa Teresita”, en Pamplona, dando clases de castellano a un grupo de africanas y participa en el programa de formación de "Capuchinos Pamplona".

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