La severa sequía del río Mara, en Kenia, ha llevado a los aldeanos de la zona a buscar métodos alternativos para frenar el proceso de degradación del río. Durante más de una década, grupos ambientalistas han alertado sobre el estado del río Mara, advirtiendo que el crecimiento de la población, la tala ilegal y el uso excesivo de sus aguas por parte de las comunidades que sufren sequías han causado una dramática caída del cauce del río.
Es por ello que una organización benéfica religiosa de la localidad de Ilula ha comenzado a enseñar a los aldeanos cómo conservar el bosque alrededor de sus casas para ayudar a frenar la sequía del río Mara. En ella se ofrece formación sobre cómo plantar árboles jóvenes en las zonas donde sus campos se encuentran con el río, y formación adicional sobre por qué la tala imprevista de árboles a lo largo del río podría empeorar el impacto de la sequía.
No obstante, a pesar del impacto positivo que tiene esta actividad sobre la comunidad, la propia organización se cuestiona si es suficiente para la conservación del río. Es por ello que estos métodos más tradicionales de conservación medioambiental se han juntado con el desarrollo tecnológico impulsado por el Centro Internacional Empowering Lives.
Se trata de un proyecto piloto del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, una organización internacional de investigación, que capacita a los aldeanos para que utilicen una herramienta de evaluación y planificación del agua (WEAP) que genera un pronóstico digital sobre la salud de una fuente de agua.
Cuando las comunidades saben qué esperar de los cambios en el nivel del agua del río Mara, pueden adaptarse más rápidamente y encontrar las formas más eficaces de frenar la sequía del río, declaran los investigadores del instituto. El grupo de la aldea de Ilula ha declarado que está deseosos de añadir el sistema a su cinturón de herramientas de conservación. Chereger, un granjero de la zona, reconoce que «El río Mara nos da pastos y agua para nuestro ganado. Si esta innovación puede ayudar a prevenir el mal uso del río, entonces estamos listos para trabajar con él».
Innovaciones digitales como el WEAP han facilitado a las comunidades, organizaciones de desarrollo y gobiernos la detección de cambios en el nivel y calidad del agua del Mara, y les han ayudado a revertir o adaptarse a esos cambios. Con esta tecnología es posible identificar si estas amenazas son causadas por actividades humanas o por el cambio climático. El sistema tiene en cuenta factores como las precipitaciones y las necesidades de agua de los cultivos.
Los agricultores que participan en el proyecto también pueden utilizar mensajes de texto para informar a otros agricultores o empresas que extraen demasiada agua del río o la extraen sin licencia. El sistema combina entonces esa información con otras presiones sobre el suministro de agua, como los cambios en los patrones climáticos y las cifras de población, para predecir cómo el río hará frente a la demanda en el futuro.
Fuente: Gulf News
[Edición y traducción, Claudia Durá]
[Fundación Sur]
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