Un convoy de las Naciones Unidas con agua y medicinas ha llegado a la cuidad bajo control de los rebeldes de Rutshuru, en el este de la República Democrática del Congo.
Los cascos azules de la ONU escoltaron los 12 vehículos desde Goma, la capital provincial del Kivu Norte, hasta la zona, a 75 kilómetros, donde se cree que al menos 50.000 personas desplazadas se esconden en la selva.
Gloria Fernández, jefa de la oficina de la ONU para la Coordinación de Acciones Humanitarias, OCHA, en el Congo, ha declarado: “nuestra prioridad es volver a empezar con las actividades en muchos centros de salud en la zona de Rutshuru y Kiwanja, vamos a llevar suministros de Salud, agua y servicios sanitarios”.
Las agencias de ayuda aseguran que los funcionarios que viajan con el convoy evaluarán las necesidades de emergencia en la zona para la preparación de futuros esfuerzos humanitarios.
“queremos observar la situación de seguridad e introducir gradualmente nuestros programas”, afirma Sean Raster, un trabajador en logística de la ONG médica británica, Merlin.
El convoy de ayuda recibió permiso para ponerse en marcha después de que las tropas del gobierno y los rebeldes del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo, CNDP, prometieran permitir un viaje seguro desde Goma.
La región ha experimentado el movimiento de gente en masa en los últimos días que intentaban encontrar un refugio seguro de la ofensiva de los rebeldes del CNDP, liderado por Laurent Nkunda, un general renegado que dice que lucha para proteger a la etnia tutsi de la región.
Mucha gente que había huido de su pueblo en el Kivu Norte, por los enfrentamientos entre rebeldes y tropas del gobierno, estaban en campamentos improvisados en los alrededores de Goma, pero con la reciente campaña de violencia que ha llegado hasta las puertas de Goma, estos campos se vaciaron. “La mayoría de esta gente huyó de los campos por miedo y pánico al oír a las tropas avanzar hacia la zona”, explicó Fernández.
El corresponsal de Aljazeera desde Goma, declara que un portavoz del CNDP, había dicho que los rebeldes no querían ver a nadie en los campos de desplazados. “Éstos no son los lugares donde se supone que debe estar la gente. Deben volver a sus casas, retomar su medio de vida y cultivar su tierra, vivir una vida normal”, señaló.
Corredores humanitarios
Nkunda ha anunciado la apertura de corredores humanitarios a través de las líneas de los rebeldes, al declarar el alto el fuego, declarado en pasado 29 de octubre.
La principal carretera que va desde Goma hasta Rutshuru, 75 kilómetros al norte, estaba llena de gente otra vez, porque los desplazados intentaban volver a sus casas. “no recibimos comida, así que tenemos que volver”, declaraba Bashoboye Bareke, mientras caminaba con su mujer y sus ocho hijos.
Enviados europeos y de Estados Unidos se desplazaron a la zona este fin de semana, para intentar encontrar una resolución pacífica a esta crisis.
David Miliband el ministro de Exteriores británico y su homólogo francés, Bernard Kouchner, se reunieron con Jakaya Kikwete, el presidente de Tanzania y de la Unión Africana, e, día 2 de noviembre, después de haber mantenido conversaciones con Joseph Kabila, el presidente de la República Democrática del Congo, y con Paul Kagame, el líder ruandés.
Kabila y Kagame habían acordado asistir a la reunión de Nairobi, Kenia, la semana próxima, para discutir sobre este conflicto, en el que Kinshasa acusa a Kigali de apoyar a los rebeldes de Nkunda. Ruanda niega cualquier implicación con los enfrentamientos, pero el comandante militar uruguayo, que supervisa el despliegue de su país en la República Democrática del Congo, ha sugerido que Nkunda tiene tanques y artillería ruandeses.
Oxfam, una ONG británica ha pedido a la Unión Europea que envíe tropas para apoyar a los 17.000 soldados de mantenimiento de la paz de la ONU, que se encuentran destinados en el vasto país. “La Unión Europea está en situación de enviar tropas adicionales, algo que la gente del Congo necesita desesperadamente”, afirma la organización en un comunicado.
Sin embargo, Kouchner y Miliband no abogan por el envío de más soldados a la zona sino que siguen intentando enfatizar la necesidad de una solución política.
(Aljazeera, 03-11-08)