La reunión de alto nivel denominada «De El Cairo a Uagadugú, para una prohibición total de la mutilación genital femenina (MGF) se inauguró el pasado 9 de noviembre, en el Centro de Conferencias de Uagadugú. Presidido por Chantal Campaore, primera dama de Burkina Faso, y Mariama Mané Sanha, Primera Dama de Guinea-Bissau, la ceremonia de inauguración destacó por la gran afluencia de público.
«La MGF está presente en este comienzo del siglo XXI como un gran desafío para la humanidad». Según Chantal Campaore, este fenómeno social tiene un alcance mundial y sus nefastas consecuencias afectan particularmente a las mujeres africanas. Esta práctica está muy extendida en Burkina, al igual que en otros países en el África subsahariana y afecta a casi todos los estratos sociales del país. La última Encuesta de Demografía y Salud (EDSBF – III, 2003) revela que la prevalencia nacional de la MGF entre las mujeres de 15 a 40 años es del 77%.
Para Pascaline Tamini, ministra de Acción Social de Burkina Faso, país que albergó durante dos días a los actores africanos en la lucha por la eliminación de la mutilación genital femenina, de cara al año 2015, este tema sigue siendo un imperativo. La voluntad política ha sido exhibida al más alto nivel, en la persona del propio presidente de Burkina Faso, mediante su compromiso del pasado 25 de mayo, en la conmemoración del Día Nacional de lucha contra la escisión, celebrado en Kaya.
A su vez, Mariama Mané Sanha, Primera Dama de Guinea-Bissau, subió a la tribuna para expresar su compromiso con la prohibición total de esta práctica. «La mutilación genital femenina es una lacra que debe ser combatida en nuestro país, porque es un atentado contra la dignidad de mujeres y niñas y una violación de sus derechos más íntimos».
Dado el alcance y la gravedad del problema, las autoridades nacionales han emprendido más acciones, así como organizaciones no gubernamentales y asociaciones para el desarrollo, entre las que está «No hay paz sin justicia» la organizadora de esta reunión.
En nombre de esta organización, Emma Bonino, vicepresidenta del Senado italiano, se dirigió a la audiencia, llegada de todas partes, para no dejar de subrayar la necesidad de aumentar la concienciación mundial para que se adopte una legislación que prohíba la MGF.
Si durante la última década, las numerosas acciones que se han llevado a cabo, gracias a los esfuerzos de los activistas anti-mutilación y al compromiso al más alto nivel en algunos países, aún queda mucho por hacer en cuanto a los focos de resistencia que persisten en algunos lugares.
De ahí el llamamiento hecho por las primeras damas en esta reunión de alto nivel, para que se intenten reunir todas las energías hacia la tolerancia cero contra la MGF de aquí a 2015.
(L’Observateur Paalga, Burkina Faso, 10-11-09)
