Las nuevas kandakas. Las mujeres sudanesas, a la cabeza de las protestas

25/07/2012 | Crónicas y reportajes

Hace unos 2.000 años, durante el periodo de los Nubia, el norte de Sudán estaba gobernado por mujeres, entre ellas estaba la reina Kandaka, famosa por su fuerza. Hoy, una nueva generación de Kandakas está tomando de nuevo las calles y luchando en la primera línea de la revolución.

Durante las últimas tres semanas se han producido protestas, para las que cada día se ha acordado un tema. El viernes, normalmente es el día de las mayores manifestaciones, y la del pasado 13 de julio fue denominada como el viernes Kandaka. Dedicada a todas las mujeres sudanesas que luchan desde sus casas y en las calles, así como las que han sido arrestadas y están en la prisión.

Cuando entramos en la cuarta semana de manifestaciones, merece la pena recordar que los orígenes de las actuales protestas pueden encontrase en los dormitorios femeninos de la universidad de Jartum, donde las estudiantes hablan abiertamente contra las medidas de austeridad y los precios del combustible. Esas pequeñas manifestaciones han desencadenado protestas generalizadas por todo el país. Lideradas por jóvenes y movimientos juveniles, que están organizados vía redes sociales y el boca a boca, toda la nación participa activa y efectivamente. Los partidos políticos, los sindicatos de abogados, médicos, profesores, así como los ciudadanos de a pié, están pidiendo la caída del régimen.

Como es de esperar de un régimen dictatorial como el de Sudán, las protestas pacíficas han sido brutalmente reprimidas por las Fuerzas de Seguridad y los Servicios de Inteligencia Nacional, NISS, la policía y las milicias informales conocidas como “Rabata”. Muchos manifestantes han sido arrestados, brutalmente apaleados con porras, se les ha disparado directamente con gas lacrimógeno y balas de goma. Mientras que el número exacto de detenidos sigue sin conocerse, grupos de jóvenes y activistas de redes sociales calculan que hay unas 2.000 personas retenidas en centros de detención conocidos y desconocidos. Según Amnistía Internacional, y Human Right Watch, al menos 100 personas están detenidas sólo en Jartum.

Mientras que todos los detenidos son objeto de varias formas de violencia física o psíquica, las mujeres se enfrentan a una amenaza adicional, el abuso sexual. Las familias de las mujeres detenidas y los activistas de derechos humanos están preocupados no sólo por la falta de una juicio justo, sino también por la exposición de las mujeres al riesgo de ser violadas. El régimen tiene una larga historia de violencia sexual, como se manifiesta con el reciente caso de Safiya Ishag. Muchas de las mujeres detenidas, raptadas en las calles, de zonas públicas o de sus propias casas por las fuerzas de seguridad, están detenidas largos periodos de tiempo sin tener en cuenta su estado de salud ni la tensión a que se somete a sus familias. Dos de estas mujeres son Jaleela Khamees y Alawia Kbaida, activistas que siguen detenidas después de varios meses. U la detenida Mawahib Majdud, que fue arrestada el mismo día que su marido, Mohamed Utman Almubark, dejando a sus hijos sin nadie que les cuide.

Es inaceptable que el gobierno continúe humillando y oprimiendo a las mujeres. Además de la forma en que se abusa de las mujeres y son sometidas a diferentes clases de violencia en los centros de detención, el gobierno tiene tradición de oprimir a las mujeres degradando leyes de orden público. Unas 43.000 mujeres fueron azotadas en público, por su apariencia “anti-islámica” sólo en 2008, según un informe publicado por la policía estatal en Jartum, mientras que los apedreamientos o lapidación siguen siendo un castigo impuesto por los tribunales. Intisar Sharief, de 18 años, ha sido condenada a muerte por lapidación, actualmente está luchando contra su sentencia en el Tribunal Supremo de Sudán.

Nosotras, las mujeres de Sudán, que vivimos en Sudán y fuera del país, no toleraremos más estas acciones del régimen. Aquí, en Gran Bretaña, se ha formado a principios de julio un nuevo organismo formado por muchas organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres, bajo el nombre de Women’s UK Pressure Group. El grupo organizó su primera acción el 14 de julio, en apoyo al viernes Kandaka, y las actuales protestas que tienen lugar en Sudán. Quiere consolidar el esfuerzo de estas organizaciones para lograr la liberación de los prisioneros y llevar un registro de las quejas y denuncias de la situación de las mujeres detenidas en Sudán.

Se ha remitido un memorando al primer ministro británico David Cameron, durante las manifestaciones del 14 de julio. Pide al gobierno británico que presiones al gobierno sudanés para que ponga en libertad a todos los detenidos políticos, y les permita tener juicios justos y que cumpla con sus obligaciones de proteger los derechos humanos, incluidos los derechos de las mujeres.

Nahla Mahmoud

(New Internationalist, 24 de Julio de 2012)

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