Aunque habitualmente recibimos noticias de violencia y guerra civil en Somalia, hoy os presentamos una muy buena noticia de este país.
En la pujante capital de Somalia, la ingeniera de construcción Faduma Mohamed Ali, de 22 años, tiene mucho trabajo por delante, supervisando a trabajadores varones que le doblan la edad, mientras desafía los diversos estereotipos en este conservador país musulmán del Cuerno de África. Ha tenido que afrontar la marginación social, la oposición de su familia y el acoso en el trabajo, pero insiste en que nunca ha dudado de su elección de carrera.
Cuando se matriculó para estudiar ingeniería civil, donde era la única chica de su clase, sus amigos y familiares no lo entendieron. La ingeniería civil era cosa de hombres en Somalia. Incluso cuando se graduó y encontró trabajo en la misma capital, Mogadiscio, los críticos la trataban de loca.
En Somalia, donde las mujeres representan menos de un tercio de la población activa, según el Banco Mundial, muchos padres desaprueban que sus hijas trabajen con hombres.
Fathi Mohamed Abdi, de 23 años, que también trabaja desde hace tres años como ingeniera en Mogadiscio, dice que ha contado con el apoyo de sus padres, que están contentos de que se haya convertido en la primera mujer de su familia en realizar este trabajo. En la universidad fue una de las dos únicas mujeres que estudiaban ingeniería civil.
El sector de la construcción está en auge en la capital somalí, donde la situación de seguridad ha mejorado algo gracias a la ofensiva militar lanzada hace un año por el gobierno contra los islamistas radicales de Al-Shabbaab en el centro del país.
Hassan Mohamed Jimale, teniente de alcalde encargado de asuntos públicos de Mogadiscio, asegura que las autoridades quieren que haya más mujeres en el mercado laboral. Las ingenieras afirman que tienen que afrontar regularmente intentos de abuso de poder y acoso sexual en el trabajo. A los trabajadores de la construcción les parece increíble tener una ingeniera supervisando su trabajo. También señalan que los salarios no son iguales para los hombres y para las mujeres, en la capital y en casi todos los empleos del país.
Las cosas están cambiando gradualmente y en muchos ámbitos para mejor, sobre todo en el campo de la inclusión social, derechos humanos, y nuevas oportunidades.
Cuando reina la paz en cualquier país, y cuenta con un gobierno responsable y preocupado por el desarrollo sostenible del pueblo, entonces la sociedad misma se vuelve pionera, innovadora, solidaria y trabaja por el bien común.
Lázaro Bustince
[CIDAF-UCM]
