La directiva oficial que impuso, desde el comienzo de año, la normativa para las mujeres, de cubrirse la cabeza en sus puestos de trabajo públicos ha sido anulada, según ha anunciado la presidencia de este país que en diciembre se proclamó «estado islámico».
En diciembre, un memorando, del cual la AFP obtuvo una copia, declaraba que «todo el personal femenino de los ministerios, departamentos y organismos gubernamentales ya no estaban autorizadas a mostrar su cabello durante las horas de trabajo oficiales a partir del 31 de diciembre de 2015».
«El personal femenino era requerido a cubrirse el cabello y llevarlo sujeto», se podía leer en este documento, al mismo tiempo que se pedía a todos los jefes de departamento notificarlo a su personal femenino y hacer cumplir la norma.
Esta decisión ha sido abandonada, declaró el presidente de Gambia, en un comunicado, añadiendo que exigir el uso del velo «no tenía nada que ver con la religión».
«Las mujeres son las mejores amigas del presidente Yahya Jammeh, son sus hermanas y tienen su beneplácito en todas las circunstancias. Como consecuencia, esa decisión, que las hacía infelices, ha sido anulada.
La directiva oficial sobre el uso del velo en los lugares públicos de trabajo se tomó sólo unos días después del anuncio de la decisión del presidente Jammeh de hacer de su país un «estado islámico».
En una de sus última reuniones, declaró que Gambia es ahora «un estado islámico que respeta los derechos de los ciudadanos», sin precisar las consecuencias prácticas, pero asegurando que esta proclamación no tendría ningún impacto en la minoría cristiana.
También advirtió contra la coacción en contra de las mujeres por su forma de vestir. «No he nombrado ninguna policía islámica. La manera de vestir de las mujeres no nos concierne», añadió.
Llegó al poder mediante un golpe de Estado sin derramamiento de sangre en 1994 después fue elegido en 1996 y reelegido en tres ocasiones más desde entonces. Jammeh conduce Gambia con mano de hierro, un pequeño estado anglófono de África del Oeste, en el territorio de Senegal.
Sus críticos a menudo lo acusan de decisiones unilaterales y declaraciones sensacionalistas, sobre otros países, los migrantes o la homosexualidad.
La próxima elección presidencial está programada, en Gambia, para diciembre 2016.
AFP
Fundación Sur