- El realismo del Papa por encima de las teorías: su carácter dialogante.
A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco ha demostrado ser un líder pragmático, que prefiere soluciones concretas a postulados teóricos. Consciente de los complejos desafíos políticos, sociales y religiosos de nuestro tiempo, buscado en todo momento mediar en conflictos, promover la paz y actuar como puente entre diferentes actores internacionales. Nos necesitamos todos para un progreso real.
Su perspectiva se puede resumir en una máxima que él mismo ha citado en varias ocasiones: «La realidad es más importante que la idea». (Alegría del Evangelio).
El papa Francisco no reflexiona desde los principios, sino desde la realidad concreta.
Un ejemplo claro de ello es la mediación que el Papa desempeñó en la restauración de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos en 2014, o su mediación en el conflicto entre Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que culminó en el histórico acuerdo de paz de 2016.
Otro ejemplo de cómo Francisco ha actuado como negociador pragmático fue su liderazgo en la lucha por el perdón de la deuda externa de los países más pobres. Desde el comienzo de su pontificado, el Papa ha sido un firme defensor de la condonación de las deudas de los países en desarrollo, especialmente en África y América Latina.
Francisco también ha predicado con el ejemplo en su acercamiento a los refugiados. En su visita a la isla griega de Lesbos en 2016, el Papa hizo un gesto que trascendió las palabras: subió a bordo de un avión papal y regresó a Roma con tres familias de refugiados, ofreciendo a estos migrantes un refugio seguro en el Vaticano.
En su encíclica sobre el cuidado de la Casa Común, el Papa no se limitó a plantear un diagnóstico del problema, sino que propuso soluciones concretas, llamando a una «conversión ecológica» global y al compromiso de las naciones con acuerdos internacionales que aborden el impacto ambiental.
- Los procesos de cambio deben ser estructurales y duraderos.
Uno de los principios clave del pensamiento del Papa Francisco es que, en lugar de centrarse en logros inmediatos y resultados rápidos, prefiere enfocar su atención en los procesos que garantizan un cambio duradero y estructural, para un desarrollo sostenible, basado en la dignidad humana y en el bien común.
El Papa siempre tuvo el Norte claro, y en el camino ha debido ir sorteando tanto las resistencias por derecha como por la izquierda.
Un ejemplo claro de este enfoque se observa en el nombramiento de Raffaella Petrini como responsable de la Gobernación del Vaticano, un cargo clave en la administración del Estado. Desde el 1 de marzo de 2025, Petrini se ha convertido en un referente de este proceso de inclusión de las mujeres en puestos de poder dentro de la Iglesia.
Otro nombramiento importante fue el de la hermana Simona Brambilla, como responsable de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Este proceso de inclusión no es solo un avance en términos de igualdad de género, sino que refleja también la visión de Francisco de que la Iglesia debe adaptarse a los tiempos y responder a las realidades actuales. De hecho, Francisco ha reiterado en numerosas ocasiones que la participación plena de las mujeres en todos los aspectos de la vida eclesial es una necesidad. El Papa ha establecido una serie de procesos para garantizar que estos nombramientos no sean solo casos aislados, sino parte de un cambio estructural más amplio.
- La unidad prevalece sobre el conflicto.
A pesar de las crecientes críticas y las tensiones internas, el Papa ha mantenido su compromiso con la unidad de la Iglesia, insistiendo en la necesidad de que todos, con sus diferencias, trabajen juntos por el bien común. Hay sitio para todos, todos, repite.
En este contexto, el Papa Francisco ha reiterado que la unidad de la Iglesia y de la sociedad, debe prevalecer sobre el conflicto y las divisiones. Siempre promueve la unidad, que no es uniformidad, sino comunión, diversidad y riqueza en la verdad.
El Papa ha abordado todo tipo de conflictos internos y sociales, con una actitud de diálogo y de construcción de puentes, entre los diferentes sectores eclesiales y sociales.
Francisco también ha sabido contener las presiones y críticas que, en ocasiones, provienen de sectores considerados progresistas dentro de la Iglesia. Un caso conocido ha sido el de la Iglesia alemana, especialmente abierta en lo que respecta a temas como el sacerdocio femenino, el celibato opcional del clero y la bendición de parejas del mismo sexo, que los tradicionalistas descartan. Ante estos desafíos, el Papa ha dejado claro que estos procesos deben estar guiados por la escucha mutua, la fidelidad al Evangelio y al Espíritu Santo, como también lo debe estar el magisterio de la Iglesia.
- El enfoque integral.
Francisco ha desarrollado un pontificado que se caracteriza por un enfoque integral y multidisciplinario, aplicando el principio de que «el todo es superior a la parte». Este principio implica ver la realidad de una manera global, entendiendo que los problemas sociales, económicos, ambientales y tecnológicos no pueden ser resueltos si se consideran de forma aislada, sino que deben abordarse desde una visión holística.
Uno de los temas clave en su pontificado ha sido la defensa de la creación y la lucha contra el cambio climático. Francisco llama a la comunidad internacional para abordar la crisis ambiental desde un enfoque integral que no solo considere los aspectos científicos, sino también los valores humanos y espirituales que sustentan nuestra relación con la Tierra.
En su discurso sobre la Inteligencia Artificial, ha subrayado que la rápida evolución de la IA presenta enormes oportunidades, pero también desafíos éticos y sociales significativos. En este contexto, el Papa ha sido un defensor de un enfoque multidisciplinario para abordar los problemas de la tecnología. Ha instado a que los avances en IA y otras tecnologías no solo sean regulados desde un punto de vista científico o económico, sino también desde una reflexión ética profunda que tenga en cuenta la dignidad humana y el bien común.
Este es un auténtico líder mundial, caracterizado por: su realismo dialogante, los cambios estructurales, la unidad en la diversidad, y por un enfoque siempre integral.
Síntesis de Lázaro Bustince.