Lágrimas y Sonrisas

15/04/2024 | Crónicas y reportajes, Editorial

 

Mientras el abuso del poder causa dolor, el servicio con una sonrisa da felicidad, en cualquier situación y lugar del planeta.

En nuestra vida diaria todos experimentamos cómo cualquier abuso de poder familiar, político, económico, religioso y sobre todo militar destruye la vida digna y la convivencia familiar, comunitaria y social. Al mismo tiempo gozamos al ver como la inmensa mayoría de las personas cuidamos de los demás con una sonrisa natural, que anima y alegra la vida de todos.

Crear condiciones y oportunidades de vida digna, desarrollo sostenible y buena convivencia para todos los habitantes del país debería ser el primer objetivo de los gobernantes de todos los pueblos.

Por desgracia, constatamos cada día que la realidad es muy distinta, porque el abuso de poder y de los recursos de todos, acaparados y saqueados por la fuerza de unos pocos, condena a la mayoría social en todo el globo a vivir en pobreza severa, privada de dignidad, de trabajo y de paz.

Todos vivimos sorprendidos y hasta indignados ante el cruel abuso de poder y de recursos, sobre todo por parte de nuestros gobernantes y poderosos empresarios, en la mayoría de los países y pueblos. ¿Por qué toleramos estos gastos enormes de recursos, talentos y tiempo en causar tanto sufrimiento y dolor a millones de personas, en nuestro propio país, en nuestro continente y en todo el globo?

No es razonable ni humano que una sociedad que se considera civilizada despilfarre las mayores cantidades de recursos y tecnología en producir armas cada vez más letales, en lo que supone el mayor presupuesto de muchas naciones.

Tampoco es humano ni razonable que muchos de nuestros líderes políticos consuman el presupuesto nacional, el tiempo y los talentos en insultarse mutuamente hasta llegar a límites insospechados de necedad, de ridículo y de pobre humanidad.

Pienso que va llegando la hora de tomar medidas tajantes para frenar esta locura, llegando incluso a cerrar por algún tiempo las instituciones políticas, los parlamentos y el senado, es decir todas las administraciones políticas, porque ya no sirven a la nación. Solo necesitamos que continúen los gestores competentes de los diferentes departamentos: economía, sanidad, educación y otros servicios sociales. En algunos países, como Italia y Bélgica, cuando pasaron varios meses sin “gobierno político”, la vida de los ciudadanos seguía muy bien. No necesitamos tantas estructuras políticas, que viven a costa de los demás, sino gestores comprometidos a cuidar y promover la dignidad de todos y un desarrollo más sostenible.

Cada madre que llora por un hijo enviado a la guerra por gobernantes que ahora son incapaces de llorar. Todo padre que lucha cada día por llevar el pan a casa para su familia, y tal vez llora en secreto, porque no puede cubrir sus necesidades básicas. El llanto de esa madre porque su hijo es obligado a la guerra y el compromiso de ese padre que lucha por sostener dignamente a su familia son los testimonios que nos animan y fortalecen.

Queremos gestores sociales que tomen su mandato con responsabilidad y ética, para promover la dignidad humana, un desarrollo integral y una convivencia feliz y pacífica. Nos sobran los políticos que no saben servir a su pueblo y solo se sirven de los bienes del pueblo, hasta para declarar la guerra a los países vecinos.

Necesitamos cambiar los líderes que abusan, dividen y antagonizan a los que son diferentes, y elegir a líderes o gestores que sepan promover una cultura de encuentro, con rostro humano para fomentar una colaboración con todas las personas que viven en nuestra tierra. Nos necesitamos todos para construir una nación donde se viva mejor todavía, pues existen los recursos necesarios y solo falta la voluntad.

CIDAF-UCM

Autor

  • Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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