En Moyale situado en la frontera norte de Kenia las casas están vacías. Las tiendas están cerradas, las escuelas están cerradas, y las calles son como las de un pueblo fantasma. Más de 40.000 personas han huido bien a los pueblos vecinos, bien durmiendo a la intemperie rumbo a la frontera del sur de Etiopia.
Han huido de una serie de actos violentos entre dos tribus que se han traducido en escuelas y casas quemadas y otros actos de violencia y vandalismo.
La Cruz Roja en Kenia, la única agencia con acceso a estas comunidades desplazadas, está proporcionando artículos alimentarios y asistencia médica a más 30.000 personas afectadas.
Los enfrentamientos violentos entre los Borana y los Gabra no son nuevos, pero han llegado a nuevos niveles de intensidad en 2012. En el pasado, la rivalidad tendía a ser provocada por las disputas en torno al acceso a puntos de agua y el pastoreo, pero ahora las tensiones se acentúan ya que ambas tribus buscan una mayor influencia en los nuevos órganos regionales emergentes previstos en la nueva constitución del país, que prevén descentralizar el control de los presupuestos y de los recursos.
Un líder de la comunidad de los Borana dijo que va a regresar a su pueblo cuando sea seguro hacerlo. «No vamos a estar a salvo, mientras exista la posibilidad de que miembros de otras tribus lleguen en mitad de la noche y quemen nuestras casas», dijo. «La mayoría de nosotros estamos durmiendo a la intemperie. Comemos lo que la gente está dispuesta a compartir con nosotros».
Representantes de los Gabra hicieron comentarios similares. En el hospital local, la mayoría de los heridos son adolescentes: con heridas de bala en sus brazos y piernas. Sólo los miembros de una de las tribus se sienten seguros al acudir al hospital. Los miembros de la otra permanecen sin tratar médicamente, en los cruces en la frontera con Etiopía. El Comité Internacional de la Cruz Roja está proporcionando suministros quirúrgicos, médicos y de asistencia de agua para el hospital.
A medida que la seguridad se ha deteriorado, las pocas ONG presentes han tenido que cerrar sus actividades. Sin embargo, la Cruz Roja de Kenia sigue teniendo acceso a las comunidades afectadas. La organización también ha sido invitada a mediar en las negociaciones de paz con las dos partes. Sólo un esfuerzo concertado en la resolución de conflictos de las organizaciones neutrales pueden ayudar a resolver esta crisis.
(International Federation of Red Cross and Red Crescent Societies, 23 de febrero de 2012)
Noticia enviada y traducida por Eva Estaun, española residente en Nairobi.
