La transformación de conflictos y el arresto de 4.000 separatistas en Amhara, Etiopía

6/06/2022 | Editorial

cidaf-ucm_logo_blanco-30.pngLos líderes de las naciones ni saben, ni quieren, ni pueden, por si solos, resolver los numerosos y crueles conflictos que sufren los pueblos en por todo el globo. Además de los crímenes contra la humanidad en Etiopía, Ucrania y Sudán, más de 32 países sufren crueles conflictos actualmente, y gran parte de las naciones sufren los abusos del poder dictatorial y la violación de los derechos humanos.

En Etiopía, los soldados locales de Amhara y las milicias juveniles temen ser traicionados por el gobierno federal después del arresto de cuatro mil de sus miembros, nos informa Andrew Harding de BBC África.

El gobierno de Etiopía ha lanzado una ofensiva contra una fuerza de seguridad regional poderosa y cada vez más autónoma, en un movimiento audaz y potencialmente arriesgado para extender el control central sobre una nación dividida.

La represión contra los grupos armados en la gigantesca región de Amhara ha provocado el arresto de más de 4.000 personas en los últimos días, incluidos milicianos, políticos, periodistas y un líder militar clave. También ha habido intentos de restringir la posesión de armas.

Estas nuevas medidas del primer ministro de Etiopía están diseñadas para cortar las alas de un movimiento nacionalista cada vez más estridente en Amhara, y se producen meses después de que se declarara un alto el fuego humanitario en la región vecina de Tigray, devastada por la guerra.

Pero aún no está claro si la represión en Amhara traerá una mayor estabilidad a una turbulenta Etiopía o avivará aún más las tensiones étnicas en una nación que ya lucha por contener poderosas fuerzas centrífugas.

El conflicto de Tigray, enormemente destructivo, ha sacudido un complejo mosaico de alianzas políticas internas y externas, incluido el reciente acercamiento de Etiopía a la vecina Eritrea, cuyas fuerzas intervinieron agresivamente en Tigray y aún pueden tratar de hacerlo nuevamente.

Ya hay informes de múltiples enfrentamientos y muertes en Amhara en los últimos días, así como protestas callejeras contra la nueva represión.

Muchas otras partes de Etiopía, incluida Oromia, están experimentando crecientes insurgencias y violencia entre comunidades que han bloqueado carreteras clave y profundizado las dificultades económicas en todo el país.

Los soldados locales de Amhara y las milicias juveniles, conocidas como Fano, desempeñaron un papel crucial en el apoyo al ejército federal de Etiopía en su conflicto de 18 meses con la región vecina de Tigray, y algunos ahora temen que el gobierno central los margine o incluso los traicione.

Al principio de su ofensiva, las fuerzas de Amhara se apoderaron de una parte importante y estratégica del oeste de Tigray y siguen decididas a conservarla. El área en disputa, a lo largo de la frontera con Sudán, podría convertirse en un nuevo punto crítico si su estatus se convierte en parte de cualquier negociación para poner fin al conflicto en Tigray.

El presidente regional de Amhara, Yilkal Kefale, confirmó el arresto de «individuos ilegales y a veces armados» vinculados a Fano, una colección de grupos de jóvenes armados acusados por organizaciones de derechos humanos de atrocidades durante la guerra civil no resuelta en Tigray.

Un general amhara, Tefera Mamo, que dirige las fuerzas especiales de la región, también fue detenido después de criticar al primer ministro de Etiopía en una reciente entrevista televisiva.

Según los informes, al menos 10 periodistas y comentaristas que se sabe que han criticado al gobierno han sido detenidos en la capital de Etiopía, Addis Abeba.

El primer ministro de Etiopía, Aby Ahmed, aunque recibiera el premio Nobel de la Paz en 2019, no parece haber comprendido que la única forma eficaz de resolver conflictos, cualquiera que sea su naturaleza, es a través de la negociación.

Este es uno de los grandes retos globales de nuestra humanidad y de nuestros gobernantes: aprender a superar todos los conflictos alrededor de una mesa. Ya lo saben, pero ni se lo creen, ni lo quieren, porque lo que les interesa ante todo es el poder y el control de los recursos. El bien común existe solo para los discursos políticos.

Lo más relevante es que los ciudadanos, estudiantes, académicos, economistas, profesionales y movimientos sociales seamos los pioneros del cambio, tanto en la resolución de conflictos por la negociación, como en la promoción de un desarrollo sostenible con una economía más colaborativa, a través de gestores competentes y responsables. Esta es también la opinión de distinguidos economistas mundiales como Jeffrey Sachs.

Autor

  • Bustince Sola, Lázaro

    Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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