Ha surgido una disputa en la dirección de la junta militar en el gobierno de Guinea Conakry, a última hora del día 7 de octubre, después de que un líder de la junta intentase arrestar a un oficial militar por su participación en los asesinatos en masa que tuvieron lugar el día 28 de septiembre, de manifestantes en contra del gobierno.
El incidente que tuvo lugar en el cuartel general del capitán de la junta, Mousa Dadis Camara, en la capital Conakry, es la última señal de las rupturas internas que existen en la dirección de la junta y se produjo tan sólo unas horas después de que Francia, por primera vez, sugiriese que Camara podría estar implicado en las muertes.
El líder segundo de la junta, el general Sekouba Konate, pidió a la policía que arrestase al ayudante de Camara, Aboubakar Sidiki “Toumba” Diakite, pero el arresto fue abortado al estallar una disputa en el campamento, según han declarado fuentes policiales y militares.
“Fue el general Konate el que ordenó el arresto de Toumba”, declaró un oficial de policía, “Hubo fuertes discusiones en aquel momento”.
Un oficial del ejército en la escena ha negado el informe difundido por los medios de que se efectuaron incluso disparos, pero añadió: “no sabemos qué es lo que va a pasar ahora, pero hay tensión, estamos esperando”.
Más de 150 personas resultaron muertas y muchas mujeres violadas el 28 de septiembre, cuando las fuerzas de seguridad efectuaron disparos en todas direcciones contra los manifestantes, que pedían que Camara abandonase el poder, según un grupo local de derechos humanos y testigos.
Camara llegó al poder en diciembre de 2008 desde entonces su gobierno, en el país que es el mayor exportador de bauxita del mundo, ha estado cada vez peor considerado por los guineanos y se enfrenta a condenas de toda la comunidad internacional.
La secretaria de estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, pidió a los líderes de la Junta el día 6 de octubre que dimitieran y advirtió que los Estados Unidos tomarían las “acciones apropiadas” sin especificar cuáles, contra ellos.
El ministro de Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, dijo ante el comité de Asuntos Exteriores del Parlamento francés “Lo menos que se puede decir es que el presidente interino, (Camara) es sospechoso de haber participado, al menos en la decisión”. Hablando de la masacre del mes pasado.
El analista Sebastian Spio-Garbrah, de la consultoría de riesgo político Eurasia Group, duda que Camara dure más de un año, por no hablar de aferrarse al poder hasta las elecciones presidenciales, que tienen previsto celebrar el 31 de enero.
“La creciente presión diplomática sobre el régimen militar de Guinea probablemente desencadenará en un golpe al palacio, desde dentro del régimen”, afirma Spio Garbrah.
Camara, un oscuro oficial del ejército, ha negado tener ninguna responsabilidad por la violencia de la que ha culpado a elementos incontrolados del ejército, mercenarios extranjeros y a la estampida de la masa. A pesar de las presiones, se niega a retirarse de la carrera presidencial para enero de 2010.
El capitán de la junta ha propuesto, el día 7 de octubre, el lanzamiento de una comisión para investigar la violencia, pero de las 31 plazas de la comisión, sólo dejaba 4 para la oposición, la cual, rechazó de inmediato la propuesta.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 08-10-09)