El presidente estadounidense Barack Obama anunció el inicio de una «nueva fase en la lucha» contra el Ébola. En declaraciones dadas en la Casa Blanca, dijo que el progreso «que hemos hecho contra el brote en África Occidental permitirá a los 2.800 efectivos militares estadounidenses enviados a Liberia regresar a casa el 30 de abril de 2015.»
Esta medida dejará hasta 100 soldados que seguirán trabajando con militares de Liberia, socios regionales y civiles estadounidenses. Sin embargo, advirtió que la misión no había terminado.
En Liberia, el personal estadounidense, tanto civil como militar, ascendió hasta 1.500 trabajadores, a la vez que se ha facilitado la construcción de 15 unidades de tratamiento del Ébola (ETUs), se ha apoyado la creación del núcleo de gestión de la salud pública y la capacidad de respuesta rápida, y solidificado una respuesta internacional compuesta por más de 62 países que aportan más de 2 mil millones de dólares, así como miles de recursos de personal y de amplio alcance. Ahora, aproximadamente 10 meses desde el despliegue del personal estadounidense en África Occidental, los casos infectados se han reducido un 80 por ciento desde los niveles máximos.
La siguiente fase de esta respuesta, explicó, se centra en la consolidación de los avances que ya se han logrado en la lucha contra el Ébola.
Pero la reintegración social supone también un gran reto que ha de afrontarse, especialmente para aquellos que han logrado superar la enfermedad o que se han visto obligados a desplazarse. Es el caso de Amie Subah, quien logró vencer al virus tras ser admitida en una clínica especializada. Al volver a su hogar, fue completamente rechazada por la población que la rodeaba.
Las labores de conocimiento y concienciación de la propia sociedad son también esenciales para volver a construir aquellas vidas que el ébola ha paralizado.
Fuentes: Heritage y Daily Observer
