La primera entrenadora de un club de fútbol masculino en Sudán

6/04/2018 | Crónicas y reportajes

Salma al-Majidi, de 27 años, se ha convertido en la primera entrenadora de un club de fútbol masculino en Sudán, un país predominantemente musulmán que todavía no tiene una selección de fútbol femenino.

Salma al-Majidi es presentada por la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), como la primera mujer árabe y sudanesa en hacerse cargo de un equipo de hombres en el mundo árabe, donde este deporte está omnipresente. «¿Por qué el fútbol? Porque es mi primer y último amor», comenta esta mujer soltera, en camiseta de manga larga y su cabello oculto bajo un velo negro, durante una sesión de entrenamiento del club regional Al-Ahly, en Al-Gadaref, al este de Jartum.

Hija de un policía retirado, tenía 16 años cuando se enamoró del fútbol. Cuenta que con frecuencia se iba a los entrenamientos del equipo de su hermano menor en la escuela y permanecía cautivada por las instrucciones del entrenador y por cada una de sus acciones. Incluso de la forma en que disponía los conos. «Al final de cada sesión discutía con él las técnicas que había enseñado». Él vio que tenía un don para entrenar y me dio la oportunidad de trabajar con él». Poco después, la joven se estaba ocupando de los equipos de Al-Hilal, menores de 13 años y menores de 16 años, en Omdurman, la ciudad gemela de Jartum.

«Determinada para tener éxito»

salma.jpgEntrenadora de fútbol a tiempo completo, pagada como un hombre, nombrada en la lista de las «100 mujeres inspiradoras» de la BBC en 2015, Salma al-Majidi ya ha entrenado a diversos clubes masculinos de la segunda liga. Bajo su égida, Nile Halfa y Al-Nahda terminaron los primeros en sus campeonatos locales.

En Sudán, un país gobernado por la ley islámica desde 1983, no existe una ley que prohíba el fútbol femenino, pero la sociedad conservadora y el gobierno dominado por los islamistas no lo alientan. «Hay restricciones, pero estoy decidida a tener éxito», comenta Majidi.

Para Majidi, quien posee un título universitario en contabilidad y administración, «Sudán es una comunidad tribal donde creen que una mujer debería quedarse en casa».

Salma al-Majidi tuvo que luchar para imponer su autoridad en el borde del campo de fútbol. Recuerda que «Hubo un chico que se negó a escucharme. Me dijo que pertenecía a una tribu que creía que los hombres nunca deberían recibir órdenes de una mujer. Le tomó meses para que me aceptara”.

El propio padre de Salma destaca las dificultades que ha tenido que superar para ser aceptada dentro del ambiente de una familia conservadora. Recuerda que su propio tío solía criticarla «Entonces, un día, escuchó a la multitud cantando ¡Salma! ¡Salma! durante un partido». Ahora, comenta su padre, en la casa familiar hecha de arcilla y ladrillo en Omdurman, se reza para que Allah la apoye.

Fuente: Webnews-Seneweb

[Fundación Sur]


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