Uhuru Kenyatta y Ruto William se enfrentan a una posible destitución si llegan a ser presidente y vicepresidente después de las elecciones de Kenia, según ICG.
El informe titulado Elecciones 2013 de Kenia advierte del daño económico irreparable si Uhuru y Ruto ganan el 4 de marzo de votación.
Uhuru, Ruto, el ex jefe de Servicios Públicos Francis Muthaura y el locutor Josué Sang están acusados de crímenes contra la humanidad por la Corte Penal Internacional. Sus juicios están previstos para iniciarse el 10 y 11 de abril, coincidiendo con una posible segunda ronda de las elecciones.
«El desafío nacional del presidente sería el artículo 145 (1) (b) de la Constitución, que permite a un miembro de la Asamblea Nacional, con el apoyo de al menos un tercio de todos los miembros, mover un recurso de destitución del presidente sobre la base de que haya motivos fundados para creer que ha cometido un delito según el Derecho nacional o internacional».
Además, el informe advierte que la ausencia del Presidente y su suplente darían lugar a una situación en la que «día a día del gobierno sería dirigido por un gabinete sin liderazgo».
Los dirigentes de la alianza Jubilee han sido desafiados a «ofrecer al público una explicación clara y detallada de cómo se propone gobernar al mismo tiempo que realizan de sus defensas ante la CPI, teniendo en cuenta el tiempo necesario y las exigencias de comparecer personalmente ante el tribunal en un continente diferente».
«En una ocasión el Sr. Ruto ha mencionado que él puede gobernar el país, mientras está en La Haya. Eso no es suficiente, los dos candidatos si son elegidos como presidente y vicepresidente pasarán cantidad considerable de su tiempo en La Haya. Es prudente que expliquen, cómo se pueden gestionar los asuntos del Estado durante su ausencia», dijo el autor del informe Abdullahi Halakhe.
A nivel internacional, el informe prevé aislamiento diplomático si los dos ganan las elecciones. «Si Uhuru resiste el proceso de La Haya, Kenia estaría aislada, con importantes consecuencias para toda la población y el desarrollo socio-económico. Incluso si el presidente coopera con el tribunal, sería difícil para muchos países que han normalizado relaciones diplomáticas durante el largo juicio y muchos gobiernos donantes que tenga que reducir su ayuda bilateral», indica el informe.
El ICG también predijo la erosión de la posición de Nairobi como capital diplomático, la salida de algunas empresas extranjeras, y una caída significativa de la inversión extranjera directa el comercio y el turismo.
«En caso de falta de cooperación, lo más probable es que la ONU podría reducir sus operaciones en Kenia, y en Nairobi en particular. Esto no sólo significa una pérdida de negocio para las empresas de Kenia, el personal de las Naciones Unidas con sede en Nairobi podría moverse también, con la consiguiente pérdida de ingresos de alquiler y los gastos, que, en conjunto, tendría un impacto desastroso en la economía», dijo el ICG.
Uhuru y Ruto han declarado que van a seguir el «debido proceso», pero el ICG cree que pueden tratar que Kenia se retire del Estatuto de Roma, una vez que asciendan al poder. En caso de ocurrir esto el retroceso no sería solo en la CPI sino en todos los ámbitos conseguidos por el país.
«El escenario más extremo sería la falta total de cooperación, comparable a la del presidente de Sudán, Omar al Bashir, donde el presidente tendría que permanecer en el poder indefinidamente por temor a que de otra manera termine finalmente en La Haya. Tal resultado sería desastroso para Kenia y su comunidad empresarial y el proceso de reforma quedaría irremediablemente debilitado», advierte el informe.
Los intentos de establecer un tribunal local para manejar los casos contra los cuatro representaría un inmenso desafío para el poder judicial bajo Chief Justice Willy Mutunga.
El ICG reconoce que la alianza Uhuru-Ruto podría reducir la tensión en el Valle del Rift, el epicentro de la violencia política y las tensiones étnicas entre los Kalenjin y Kikuyu desde el retorno a la política multipartidista.
«Ruto y Kenyatta navegan por la historia de las traiciones y la desconfianza mutua entre sus respectivas comunidades», señala el informe.
El informe también advirtió del alto riesgo de violencia política puesto que los políticos compiten por nuevos cargos como gobernadores, senadores y miembros de la Asamblea Nacional.
«La preocupación son los factores estructurales de los conflictos que causaron la violencia electoral 2007 que están todavía activos, pero con cuestiones nuevas, como la Corte Penal Internacional que pueden ser factores desencadenantes de potenciales conflictos», dijo Halakhe.
ICG pidió al presidente Kibaki y el primer ministro Raila Odinga garantizar el respeto de las leyes electorales, las disposiciones de seguridad adecuadas y el apoyo incondicional a la Comisión Electoral Independiente y Límites. El IEBC también ha pedido garantizar el cumplimiento estricto de las leyes electorales para reducir el riesgo de reaparición de la violencia posterior a las elecciones.
Halakhe dijo que las próximas elecciones si se hace de manera libre, justa y pacífica, podría fomentar el crecimiento económico. «Kenia tiene todos los ingredientes para despegar – medios de comunicación robustos, una clase media creciente y una sociedad civil fuerte, y ahora aún más importante, una nueva Constitución, así como los nuevos descubrimientos de petróleo y gas», dijo.
(The star, Kenia, 21 de enero de 2013)
Noticia seleccionada y traducida por Eva Estaun, española residente en Nairobi.
