La policía de la República Democrática del Congo ha disparado gas lacrimógeno para dispersar a cientos de personas que se manifestaban en la capital, Kinshasa, para protestar contra el supuesto fraude en la carrera hacia las elecciones presidenciales, previstas para finales de este año.
La protesta es la última de una serie de señales de la creciente tensión en el país, antes de las elecciones presidenciales y parlamentarias, previstas para noviembre, las segundas elecciones celebradas en el país, desde que terminó oficialmente la última guerra, en 2003. Los analistas afirman que el proceso podría sufrir retrasos y falta de confianza.
La manifestación había sido autorizada por las autoridades de la ciudad, pero la policía intervino cuando los manifestantes interrumpieron el tráfico y empezaron a actuar con violencia, según el jefe de policía, el general Charles Bisengimana.
Un periodista de la agencia REUTERS asegura que cerca de 300 seguidores del opositor Etienne Tshisekedi, que llevaban pancartas y hojas de palma, intentaron llegar hasta las oficinas de la Comisión Electoral, en el centro de Kinshasa.
La principal calle de la ciudad fue bloqueada brevemente y los manifestantes fueron dispersados por cientos de policías armados, que lanzaron gas lacrimógeno antes de restaurar la calma.
Jacquemain Shabani Lukoo, secretario general del partido de Tshisekedi, UDPS, dijo que la policía había disparado balas de verdad y que se habrían producido muertos. El periodista de REUTERS confirmó que había escuchado algunos disparos, pero no pudo confirmar si se habían producido heridos.
Una fuerte presencia policial todavía era visible en los alrededores de las oficinas de la Comisión Electoral, varias horas después.
Marcha de la rabia
El ministro de Comunicaciones, Lambert Mende acusó a los manifestantes de no contactar con la policía.
Enfrentado a una oposición todavía muy dividida, el actual presidente, Joseph Kabila, es considerado el favorito para la reelección, aunque los analistas dicen que muchos votantes, incluso los del este del país, están decepcionados con la falta de progreso desde 2006.
El partido de Tshisekedi, que tiene un amplio apoyo en la capital, convocó una “Marcha de la rabia” para protestar contra lo que la oposición considera un “fraude masivo” en las listas electorales.
La oposición dice que se ha producido un doble registro a gran escala de votantes y que se ha permitido a los niños registrarse en las zonas favorables a Kabila.
La comisión electoral niega las acusaciones y dice que sólo hubo 20.000 registros duplicados en un registro de unos 32 millones de votantes.
Mientras tanto aumentan los temores ante posibles retrasos y el aumento de los costes, además de que los materiales electorales todavía están en los países extranjeros donde se han adquirido, y los socios internacionales que financiaron prácticamente el proceso electoral completo en 2006, ahora están en un segundo plano.
(News 24, 02-09-11)