La policía de Kenia ha sido acusada de abusar y extorsionar a los solicitantes de asilo y refugiados en la frontera con Somalia y en los campos de refugiados cercanos.
El informe publicado por Human Right Watch, “Bienvenido a Kenia: abuso de los refugiados somalíes”, acusa a la policía de violación, extorsión, brutalidad y detenciones ilegales de refugiados somalíes y otras personas que cruzan la frontera en busca de asilo.
Gerry Simpson, un investigador y abogado del grupo HRW, dice que el informe es el resultado de entrevistas con 102 refugiados, en y alrededor de los campos de refugiados de Daadab. “La mitad de los entrevistados hablaron de abusos policiales, incluyendo el uso excesivo de la fuerza hasta causar la muerte o abortos involuntarios, violaciones, latigazos, golpes y patadas”, afirma el informe.
“Quince de ellos aseguran que la policía los ha arrestado o detenido, junto con otros 220 personas, poco después de entrar en Kenia.
“Ocho han dicho que la policía los deportó, y a otros 152, de vuelta a Somalia por no haber podido pagar a la policía.”
Extorsión
El informe culpa de estos abusos a la ausencia de un control de refugiados, en la frontera Liboli, que según el informe anima a la policía a extorsionar dinero a los que van a Kenia en busca de asilo, cuando se dirigen a los campos de refugiados. “Una vez en los campos, algunos refugiados se enfrentan a más violencia policial y la policía mira hacia otro lado cuando presencia violencia sexual por parte de otros refugiados o keniatas habitantes de la zona”, añade Simpson.
Pero en una respuesta rápida, un portavoz de la policía, Charles Owino, ha replicado que la fuerza policial de Kenia no debe ser crucificada por unos cuantos actos criminales de oficiales de policía a nivel individual.
Owino dice que la policía ha dado la bienvenida al informe y el comisario de la policía ya ha enviado un equipo a la frontera, para investigar estas acusaciones. “Sería muy doloroso para este país el ser presentado como un país que ha echado a los refugiados a los perros”, señaló Owino.
El policía añadió que el ministro de Interior, George Saitoti, ha formado un equipo compuesto por líderes religiosos locales, representantes de grupos de jóvenes y mujeres y policías para investigar esas acusaciones.
El informe de HRW recomienda que el gobierno abra un nuevo centro de control en Liboi, que investigue los supuestos abusos y que instruya a la policía para que los detenga, además de enviar a más mujeres policía a la zona, para que respondan a la violencia sexual.
Sistema de control
También pide a la Comisión para los Refugiados de las Naciones Unidas, UNHRC, que introduzca cuanto antes un nuevo sistema de protección en los campos.
Owino retó al grupo de defensa de los derechos humanos a que presente “casos particulares” de violación y dijo que hay que educar a las refugiadas para que no se laven después de la violación y lo denuncien inmediatamente a la policía, para preservar las delicadas pruebas de violación.
(Daily Mail, Kenia, 17-06-10)
