La polémica cuestión de los 28 estados de Sudán del Sur no debería obstaculizar la labor de la NCAC

26/01/2016 | Crónicas y reportajes

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La Comisión de Reforma Constitucional de Sudán del Sur (NCAC) se constituyó a principios del año pasado con el objetivo de implementar en la constitución transitoria de 2011 (reformada en 2015) el compromiso de acuerdo de paz conocido como «Acuerdo de resolución del conflicto en Sudán del Sur» (ARCISS). A pesar del corto plazo establecido por la Comisión Conjunta de Evaluación y Seguimiento, la NCAC estuvo deliberando sobre el proyecto de
enmienda constitucional durante unas semanas antes de llegar a un punto muerto: la decisión de dividir Sudán del Sur con la creación de 28 estados.

La decisión fue dictada por el presidente Salva Kiir el 2 de octubre de 2015, días después de que el gobierno y los rebeldes concluyesen el acuerdo de paz IGAD-Plus Peace Agreement
presentado por la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD). Cabe destacar que la creación de los 28 estados, seguida por la consecuente reunión de sus gobernadores, ha sido celebrada desde el año pasado hasta hoy en día tanto por los ciudadanos comunes como por los legos. Sin embargo, en lo que pensaron los abogados sursudaneses y otros expertos internacionales fue en las consecuencias legales que podría conllevar ese decreto, ya que ambas partes firmaron el acuerdo de paz sobre la base de la existencia de 10 estados y en conformidad con el Artículo 162 (1) de la constitución transitoria de 2011, antes de la reforma realizada por
la asamblea legislativa. Por esta razón, los miembros de la NCAC provenientes del grupo rebelde opositor SPLM-IO acusaron al Gobierno de la República de Sudán del Sur (GRSS) de haber violado el acuerdo. Se trata pues de un punto muerto y un asunto polémico que hay que
solucionar.

En su tercera reunión, la Comisión Conjunta de Evaluación y seguimiento determinó que los participantes en el ARCISS deberían solucionar el problema pensando fuera de lo común, en inglés outside the box («fuera de la caja»), lo cual sorprendió a algunos periodistas que interpretaron que las partes iban a renegociar el acuerdo. Parece que dichos periodistas no entendieron a qué se refería la expresión pensar outside de box, que en este caso significa abordar la polémica cuestión desde una perspectiva nueva. Para pensar fuera de lo común se necesita razonar de forma creativa y, o bien reconocer los 28 estados, o rechazar el modelo
adoptado para que surjan nuevas ideas de revocar el decreto dictado por el presidente. Tal situación se podría conseguir si las partes crean un consenso y alcanzan el compromiso a través del diálogo.

El proceso de pensar fuera de lo común también podría interpretarse en un sentido peyorativo aunque crucial para analizar y llevar a cabo las decisiones tomadas por las partes del acuerdo. Por lo visto, pensar fuera de lo común supone una nueva reflexión, y según Ira Steven Behr
«cuando usamos ese cliché podemos volver a situarnos en lo común, pero de alguna forma en una posición mejor». Así, los participantes en el ARCISS pueden volver a situarse en lo común pero en una posición mejor. Esto demuestra que el SPLM-IO, el FDs y el GRSS tienen que
pensar detenidamente, analizar el acuerdo e ir más allá de él para que los ciudadanos comunes puedan disfrutar los frutos del compromiso de acuerdo de paz. Además, es necesario que los líderes de Sudán del Sur que firman el acuerdo entiendan la palabra «compromiso». Es un
mecanismo que usan los mediadores (el IGAD, la Troika, las Naciones Unidas y la Unió Africana) para poner fin al conflicto sursudanés. Es un método que consiste en dar y recibir durante la negociación en un ambiente positivo, por lo que ninguna de las partes gana ni pierde.
Según Sumbye Kapena (2013) «el líder dedica tiempo a escuchar los argumentos de ambas partes y después señala los defectos y las buenas observaciones de cada uno de ellos. Finalmente, concluye que cada lado tiene la misma parte de culpa y por lo tanto lo mejor es que ambos toleren sus respectivos defectos. El líder enfatiza que tener defectos es una cualidad de la naturaleza humana y, por consiguiente, la tolerancia es la mejor opción. En otras palabras: el
líder afirma que el espíritu de dar y recibir y el aceptar compromisos asegura la continuidad de las relaciones».

La cuestión de los 28 estados no se tratará como un problema legal, sino como uno político, ya que hubo miembros de las dos cámaras de la asamblea legislativa que se acogieron al Artículo 199 de la constitución transitoria de 2011 (reformada en 2015) debido a que el presidente tomó su decisión conforme a lo dispuesto en el apartado f) del Artículo 101 de dicha constitución. ¿Cómo se debería proceder entonces? Creo que es necesaria la participación de expertos que
guíen las decisiones en los ámbitos técnicos, como la descentralización del poder o la separación de poderes, finanzas y administración. Para evitar un posible boicot, el presidente de
la Comisión Conjunta de Evaluación y Seguimiento debe actuar de forma prudente durante el proyecto de enmienda constitucional de la NCAC, ya el proceso de elaboración de una constitución siempre está rodeado de confusión, desconfianza, conflictos, intereses de ciertas clases y egoísmo. En un intento de argucia política, el liderazgo de SPLM-IO creó 21 estados que desaparecieron de forma inmediata porque carecía de mandato constitucional. Como respuesta, el jefe de Estado con poder constitucional creó 28 estados que, como ya hemencionado, han recibido un gran apoyo de la población civil por todo el país. Y así, tanto los
21 estados creados como los 10 estados anteriores han desaparecido. No obstante, cualquier intento de revocar la decisión del gobierno sería perjudicial para el acuerdo. Si continúan surgiendo estas cuestiones polémicas, es posible que a los participantes en el ARCISS les falte una voluntad política fuerte, quizás debido a que las élites gobernantes querrían mantener la situación establecida en el poder mediante el control del proceso constitucional. Independientemente de los 28 estados, todos los asuntos polémicos y los puntos muertos relativos al proyecto de enmienda constitucional deben solucionarse mediante consenso. Para ello es necesario el espíritu del constitucionalismo, es decir, el consenso debe proceder de la voluntad del pueblo de Sudán del Sur y, por lo tanto, la oposición no debería aprovecharse del polémico asunto de los 28 estados para obstaculizar la labor de la Comisión de Reforma Constitucional.

Mabor Maker Dhelbeny

El autor es abogado y consultor jurídico en Yuba.

Contacto: mabor.lawyer@gmail.com

http://www.sudantribune.com

Traducido por Nerea Freire

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