“Por ahora no inscribiremos ningún candidato porque no están dadas las condiciones para unas elecciones transparentes y creíbles”, dijo el ex-primer ministro Agbeyome Kodjo, exponente destacado de la coalición ‘Salvemos a Togo’. En la misma línea Jean Pierre Fabre –líder de la Alianza para el Cambio Nacional, derrotado por Faure Gnassingbé en las controvertidas elecciones presidenciales del 2010– pide al gobierno “reformas políticas y electorales significativas antes de ir a las urnas”.
Ante la sorpresa general, el lunes la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) abrió la inscripción de candidaturas para las elecciones legislativas, cuya fecha aún no ha sido establecida, pero que podrian celebrarse en el mes de julio. El proceso actual concluirá el 10 de junio. Según la prensa togolesa, las principales fuerzas políticas del oficialismo están empeñadas “sin demasiada convicción” en la elección de sus respectivos candidatos.
Las elecciones han reavivado las tensiones socio-políticas con la oposición que denuncia un proceso poco transparente y tendente a favorecer al partido del presidente Gnassingbé, que asumió el poder en el 2005, a la muerte de su padre, que detentó el poder durante 38 años en la ex-colonia francesa. Estas elecciones legislativas ya han sido postergadas dos veces pro razones organizativas. La Unión Europea, principal donante, ha permanecido fuera de la organización y auspicia un mayor consenso entre el oficialismo y la oposición.
En los últimos meses varias manifestaciones organizadas por la asociación ‘Salvemos a Togo’ fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad. El mes pasado, durante tres días seguidos los manifestantes salieron a la calle –desafiando una prohibición de las autoridades– para protestar por la muerte en la cárcel, en circunstancias aún por esclarecer, de un militante opositor. También en las últimas semanas han sido arrestadas 35 personas cercanas a la oposición, luego de los incendios que en enero destruyeron los mercados de Lomé y Kara. ‘Salvemos a Togo’ denunció una “represalia política” contra la oposición por parte de Gnassingbé.
MISNA – 6 junio 2013