José Eduardo dos Santos ha sido presidente de Angola desde 1979, siendo, actualmente, el segundo líder africano con más años en el poder por detrás de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo de Guinea Ecuatorial.
El partido angoleño de la oposición, la Unión para la Independencia Total de Angola (Unita), ha descartado el anuncio del presidente José Eduardo dos Santos, de que se retirará en 2018.
«Él sólo quiere poner a prueba su popularidad dentro y fuera del partido”. «Ya sucedió en 2001 cuando anunció que no se presentaría a las elecciones del año siguiente», explica el vicepresidente de Unita, Raúl Danda.
«Lo única que tenemos que hacer es esperar y ver lo que sucederá en el año 2018», añadió el Sr. Danda.
Esta reacción es consecuencia del anuncio, el día 11, del presidente del país de que iba a dejar la política en 2018, cuando termine su actual mandato. El mandato del presidente angoleño termina a finales de 2017, pero no indicó, en sus declaraciones por qué dejaría el cargo un año después.
Analistas políticos sugieren quizás se presente para la reelección, yéndose una vez que se sienta seguro sobre su futuro.
En el poder durante casi cuatro décadas como presidente, dos Santos se ha consolidado en el cargo, mientras que su familia ha acumulado un vasto imperio de negocios.
Añadió otros cinco años a su reinado con una gran victoria en las elecciones disputadas en 2012, pero desde entonces se ha enfrentado a un creciente descontento por parte de la juventud de la nación.
Los analistas creen que el primer paso se dará en agosto de este año, durante el congreso del partido gobernante. En ese momento, la juventud tomará posiciones en el partido de gobierno.
Por su parte, Human Rights Watch (HRW) cree que la transición de Angola podría estar en marcha y se muestran cautelosamente optimistas.
«La marcha del Presidente de la República es una gran oportunidad para implementar reformas y mejorar varios aspectos de los derechos humanos, la corrupción y la gestión del Estado», declaró Zenaida Machado, investigadora de HRW sobre asuntos de Angola a The Voice of America (VOA) el viernes.
«Se necesita mucha cautela a fin de que este anuncio no nos aparte de lo que es nuestra tarea: luchar para que los derechos fundamentales de los ciudadanos de Angola se respeten independientemente de quién esté en el poder», añadió la Sra. Machado.
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