La oportunidad verde de África y Europa, por Chukwumerije Okereke

11/09/2025 | Opinión

 

Los líderes africanos deben aprovechar este momento para garantizar su potencial y recursos en energías renovables y fomentar la industria local, la equidad y empleos verdes.

La reelección de Donald Trump en EE. UU.– con la retirada de las políticas de energía limpia de la era Biden, su retirada del Acuerdo de París y su enfoque en los combustibles fósiles– ha sumido en la incertidumbre el liderazgo climático global. No obstante, este momento ofrece a África una oportunidad crucial para fortalecer su alianza con Europa en pos de la industrialización verde. Los responsables políticos africanos deben aprovechar esta oportunidad para posicionar al continente como líder en la economía verde global, yendo más allá de la extracción de recursos hacia la creación de valor industrial.

África y Europa reconocen desde hace tiempo la necesidad de una alianza industrial mutuamente beneficiosa para alcanzar las ambiciones de cero emisiones netas. Sin embargo, hasta la fecha, las medidas prácticas han sido insuficientes. El nuevo Pacto Industrial Limpio de la Unión Europea (UE) ofrece una oportunidad para replantear esta alianza. Si bien el Informe Draghi de 2024 se centró en mejorar la competitividad de la UE, también reconoció la necesidad de alianzas externas más sólidas, en particular con África. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado nuevas alianzas para el comercio y la inversión limpios, pero aún no está claro en qué se diferenciarán de iniciativas anteriores.

La competitividad climática de África es un activo clave en esta alianza. El vasto potencial de energía renovable del continente, sumado a sus importantes reservas de materias primas, lo posiciona como un actor clave en la economía verde global. África subsahariana posee el 30 % de las reservas mundiales de materias primas esenciales. Líderes africanos, como el presidente de Kenia, Ruto, ya han enfatizado la necesidad de industrializarse a la vez que se descarboniza, reducir el costo de la energía sostenible y desarrollar habilidades y empleos verdes a través de iniciativas como la Iniciativa de Industrialización Verde de África (AGII). Estas prioridades se alinean con los objetivos de Europa, pero los puntos de partida y los medios para alcanzarlos difieren. África debe bajar el nivel de estas diferencias para forjar alianzas complementarias con Europa, garantizando que el valor añadido y los empleos industriales permanezcan en el continente. Sin embargo, las narrativas actuales suelen reducir a África a un simple proveedor de materias primas, evocando patrones poscoloniales que históricamente han beneficiado a las élites y a las empresas extranjeras, dejando escaso valor añadido para las poblaciones locales. Este enfoque erosiona la confianza y no reconoce el potencial de África como mercado futuro para productos intermedios o finales. Por ejemplo, en lugar de exportar litio en bruto, los países africanos podrían desarrollar capacidades de fabricación local de baterías, aprovechando el creciente potencial global. En la misma línea, las importaciones de hierro verde de países como Namibia y Sudáfrica, basadas en sus ventajas en materia de energías renovables, no solo son técnicamente viables, sino también económicamente favorables. Estas alianzas podrían transformar las cadenas de valor, con África suministrando ya productos procesados a Europa, mejorando la competitividad de industrias como la siderúrgica, a la vez que se crean empleos y valor en el continente.

La escasez energética de Europa refuerza aún más la necesidad de colaboración con África. Muchos países africanos, con sus abundantes recursos de energías renovables, pueden ofrecer la competitividad climática de la que carece Europa. Industrias con un uso intensivo de energía, como la producción de acero, podrían ubicarse de forma más eficiente en África, donde la energía renovable es más barata y abundante. Innovaciones tecnológicas, como los hornos de hierro de reducción directa con hidrógeno (HDRI), ofrecen oportunidades para ubicar la producción en países con energía verde competitiva, como los del sur de África. Esto no solo reduciría los costos para las industrias europeas, sino que también aceleraría los esfuerzos globales de descarbonización.

Sin embargo, es necesario reconocer que persisten desafíos. Los países africanos deben negociar unas alianzas de inversión que garanticen condiciones justas y captura de valor local. Los acuerdos anteriores a menudo han favorecido a los compradores, dejando a las naciones africanas con beneficios limitados. Para atraer inversiones de la UE, los gobiernos africanos deben desarrollar vías claras de industrialización lideradas por los países y Planes de Inversión para la Transición Energética Justa (JETIP). Estos planes deben centrarse no solo en los mercados de exportación, sino también en los mercados nacionales y regionales, impulsando industrias como la de procesamiento de alimentos, electromovilidad y textiles. África puede obtener el apoyo de la UE para esto invirtiendo en habilidades, innovación y transferencia de tecnología, garantizando que las economías africanas no solo sean receptores de tecnología, sino también participantes activos en la economía verde global.

Existen numerosas oportunidades potenciales y concretas para el diálogo y los acuerdos de colaboración, con la inauguración de la Iniciativa de Industrialización Verde en el lado africano, la nueva presidencia de la Unión Africana y Comisión Europea centrada en la industrialización verde y la competitividad.

Las Cumbre UA-UE de 2025 pueden crea un espacio crucial para que los líderes africanos marquen la pauta para el futuro de las colaboraciones entre África y Europa. Los responsables políticos africanos pueden garantizar que la industrialización verde genere beneficios tangibles para sus ciudadanos al promover condiciones justas, valor añadido local e integración regional. Esta colaboración permitiría a ambos continentes alcanzar sus objetivos industriales y climáticos con mayor eficacia, garantizando un progreso estable ante los cambios en las políticas estadounidenses y reforzando los beneficios mutuos en materia de desarrollo sostenible, mercados competitivos y seguridad energética.

Chukwumerije Okereke *

* Profesor de Gobernanza Global y Políticas Públicas en la Universidad de Bristol, profesor visitante en la London School of Economics y copresidente de la Plataforma Ukama, un grupo de líderes de opinión que busca fortalecer la relación entre África y Europa para lograr una transformación justa hacia la sostenibilidad.

Fuente: African Arguments

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

[CIDAF-UCM]

 

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