Naciones Unidas está preparando discretamente la estrategia de salida de sus tropas de la República Democrática del Congo, la mayor misión de paz de la ONU en el mundo, según han desvelado fuentes diplomáticas y oficiales.
Hablando en condición de anonimato, algunos diplomáticos de la ONU han declarado que el presidente Joseph Kabila está presionando tanto a la ONU como al Consejo de Seguridad del organismo, para que, con motivo del 50 aniversario del a independencia de su país, el próximo año, elaboren un plan de finalización de la misión de paz en la RDC, conocida como MONUC.
MONUC ha estado desplegada en la ex colonia belga desde 1999, para ayudar al gobierno de Congo en su lucha por restablecer el control del estado sobre el vasto país del África Central, tras la guerra de 1998 – 2003 y el desastre humanitario que se ha cobrado más de 5.4 millones de vidas.
“En parte, es una cuestión de dignidad”, señaló un diplomático occidental, “Kabila está ansioso por demostrar que la dependencia de su gobierno con respecto a la misión de paz de la ONU está decreciendo. Es comprensible. Ningún líder quiere dar la impresión de que necesita una misión de paz para permanecer en el poder”.
Se espera que Kabila, que ganó las primeras elecciones democráticas en cuatro décadas celebradas en el país, en 2006, se presente a las elecciones que tendrán lugar en 2011.
En respuesta a las presiones de Kinshasa, los oficiales y diplomáticos de la ONU aseguran que el próximo informe sobre la RDC del secretario general, Ban Ki Moon, recomendará al Consejo de Seguridad de la ONU que amplíe el mandato de la MONUC en el país por seis meses más, en lugar de un año entero.
Un oficial declaró que esto dará tiempo a la MONUC para “desarrollar con el gobierno de la RDC propuestas para la futura dirección de la MONUC, incluyendo una estrategia de salida con puntos de referencia detallando las principales tareas a cumplir antes de la reducción de la misión”. El embajador de Kinshasa en la ONU, Atoki Ileka, asegura que a su gobierno le gustaría discutir una estrategia de salida y es favorable a la idea de establecer puntos de referencia específicos que permitan una retirada por fases de las tropas de la ONU de su país.
Los diplomáticos y oficiales insisten en dejar claro que la retirada de los 20.000 soldados y policías de la ONU del país rico en minerales, debe hacerse lentamente.
“Me sorprendería mucho que la retirada se realizase antes de dos años”, asegura un oficial de la ONU. Otro recuerda que los 3.000 cascos azules adicionales, aprobados por el Consejo de Seguridad el año pasado, todavía no han llegado. “Deberíamos tener todas nuestras tropas en la RDC antes de empezar a retirarlas”.
Retirada precipitada
Por esta razón, el renovado mandato de la MONUC, que el Consejo de Seguridad planea aprobar el mes que viene, mantendrá el número y los niveles de tropas sin cambios. “La situación en la RDC sigue siendo frágil y el proceso de paz en el este está en grave peligro de deshacerse, según un oficial de la ONU. “Una retirada precipitada podría poner en peligro las inversiones que la comunidad internacional ha efectuado en la RDC durante diez años”.
Pero podría haber cambios en el nuevo mandato. Una idea que se está considerando es cambiar la sede de la MONUC de Kinshasa al este del país, donde la misión está más activa.
Los planes a largo plazo son un cambio gradual de cascos azules a expertos civiles, centrados en la reconstrucción, las reformas en el sector de la seguridad y la lucha contra la corrupción.
También se necesita educación y formación para el ejército de la RDC, que según el jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, John Holmes, son culpables de “crímenes horribles” contra civiles.
“Todo el mundo quiere que se retire la misión en el momento adecuado, pero debemos discutir cómo llevar a cabo ese cambio de manera responsable”.
Proteger a los civiles
La ONU calcula que más de 1.500 personas mueren cada día en el este de la RDC, muchas de ellas debido a enfermedades y las malas condiciones del agua.
“Cada seis meses se produce en el este del Congo un Tsunami asiático”, declaró el vicedirector saliente de la MONUC, Ross Mountain, que dejó claro que personalmente consideraba que es demasiado pronto para empezar a retirar a los cascos azules porque “su presencia es extremadamente importante para la protección de los civiles”.
(News24, 16-11-09)
