L@s activistas y defensores de los derechos humanos se enfrentan a ataques violentos y amenazas en toda Libia, una situación que debe cesar, advirtió Naciones Unidas en un informe divulgado hoy.
El informe presentado en Ginebra en el Consejo de Derechos Humanos recoge asesinatos, secuestros, torturas, privaciones de libertad ilegales y amenazas por teléfono y redes sociales contra esas personas, delitos que aumentaron con la escalada de los enfrentamientos internos, en mayo pasado.
Grupos armados a través del país nortefricano tienen como blanco a quienes intentan sacar a la luz las múltiples violaciones de los derechos humanos imperantes, precisa el documento elaborado por la Misión de Apoyo de la ONU a Libia (Unsmil) y la Oficina para los Derechos Humanos de la organización mundial.
La nación petrolera sufre desde 2011 la violencia sectaria y las luchas por el poder, inestabilidad derivada del escenario posterior a la intervención militar de la OTAN que ese año ayudó a derrocar a Muamar Gadafi.
Ante los ataques mortales y las amenazas, no pocos activistas optan por abandonar el país, prefieren callar o pasan a trabajar en secreto, agrega.
La ONU recuerda que los crímenes denunciados en el documento pudieran constituir delitos bajo la competencia de la Corte Penal Internacional, y llama a las autoridades o a quienes controlan territorios a abstenerse de inmediato de agredir a los defensores de los derechos humanos.
Libia está dividida en dos gobiernos y dos parlamentos paralelos, respaldados por milicias.
Por estos días, algunos actores de la crisis participan en un proceso impulsado por Naciones Unidas para detener los enfrentamientos y alcanzar un gobierno de unidad nacional.
Prensa Latina -(Fundación Sur)
Entre los casos más recientes, el reporte refleja el asesinato el mes pasado en la capital Trípoli del activista de la sociedad civil Entissar al-Hassaeri, mientras se desconoce el paradero de muchos defensores de los derechos humanos secuestrados.