La ciudad de Kanyabonga, reciéntemente tomada por los rebeldes M23, es considerada una puerta que controla el acceso hacia el norte, a las localidades de Butembo y Beni, bastiones de la importante tribu Nande y principales centros comerciales del país. Los soldados de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (RDC) se encontraban en lo alto de la ciudad de Kibirizi, en el este del país, en la región de Kivu Norte. El M23 tomó el control de esta ciudad estratégica, el 28 de junio 2024, en su conflicto con las fuerzas gubernamentales en el este de la RDC.
La ciudad tiene más de 60.000 habitantes, a los que se han sumado en los últimos meses decenas de miles de desplazados. Un residente dijo que el M23 había pedido a los residentes que permanecieran en la ciudad, durante una reunión celebrada el 29 de junio en el centro de la localidad encabezada por un portavoz de la rebelión, Willy Ngoma.
Los combates se intensificaron el 28 de junio entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes del M23. «Durante toda la noche, las balas sonaron aquí en Kayna«, situada a 17 kilómetros al norte de esta ciudad, dijo uno de los habitantes. «Ya no sabemos qué camino tomar«. En Kirumba, la segunda ciudad más grande situada a 25 kilómetros de Kanyabayonga, la población vive igualmente con miedo en la inseguridad.
El M23, activo desde finales de 2021, había avanzado a finales de mayo hacia la ciudad, en el territorio de Lubero, el cuarto territorio de Kivu Norte hacia el que la rebelión avanza sus peones (después de los de Rutshuru, Nyiragongo y Masisi)., además de su deseo de avanzar hacia el sur, hacia la provincia de Kivu Sur.
Mientras haya minerales abundantes para saquear y tierras fértiles para apropiarse, ni Ruanda ni Uganda, apoyadas por los EE. UU. y la UE, van a abandonar tan valioso botín que justifica para ellos hasta una guerra, para seguir acumulando sus reservas de oro, cobalto, uranio, madera… como lobos vestidos de corderos. Y este saqueo y opresión violenta la realizan con total impunidad y ante la indiferencia de todo el mundo.
La ocupación de la región, la opresión de los pueblos y el saqueo de los recursos, en toda la región del Kivu, se va convirtiendo en un mal crónico. Los lobos rapaces no soltarán por si solos prendas tan valiosas.
Mientras los pueblos oprimidos de la RDC lo permitan, no habrá liberación, desarrollo, ni paz en el país.
CIDAF-UCM