En la comunidad negra americana, la hombría está en una encrucijada. Algunos dirían que siempre lo ha estado. Según nos apartamos de los días del «hombre intentando oprimirnos», los hombres negros en América tienen que empezar a preguntarse ¿Quiénes somos?
Un hombre negro no nace; un hombre negro se hace. Somos padres, maridos, tíos y amigos. Somos trabajadores, honestos y muy íntegros. También somos vagos, perezosos, estamos preparados para la cárcel y tenemos miedo a la responsabilidad.
En medio de una nueva economía y una sociedad progresista, ha nacido una nueva forma de masculinidad, que ha forzado a los hombres negros a luchar con una nueva identidad. Cada vez más mujeres están avanzando y criando a chicos negros ellas solas, el 72% de los niños negros los están criando padres solteros. Esto afecta y seguirá afectando a la hombría tal y como la conocemos.
Por ejemplo, la masculinidad tradicional se aprendía, se construía sobre la autoridad tradicional (dueño sobre campesino, jefe sobre trabajador, marido sobre mujer, y mayor sobre joven). No es necesario decir que esta forma de autoridad se ha alterado, produciendo así una nueva forma de pautas culturales. Los hombres negros están sencillamente viviendo otra fase de cambio ahora, y su forma no se entiende bien. La masculinidad moderna, en una variedad de forma, tamaño y actitudes, ha cambiado completamente de como yo la conocí.
El hombre negro esta categóricamente sufriendo un período de transformación. Según veo a los chicos llevar los pantalones por debajo de la cadera, faltarles al respeto a los mayores; dejarse las gorras puestas en la cena, desatender y negarse a abrir las puertas a las mujeres, he llegado a la conclusión de que tenemos una crisis de masculinidad en América. Estamos muy equivocados de lo que es la hombría.
Los jóvenes negros no consiguen alcanzar una madurez adulta en muchos casos, la mayoría de ellos debidos a la falta de modelos a seguir y de caminos razonables al éxito. Algunos de ellos están tan perdidos que crean espectáculos sangrientos para expresar su dolor, pero el problema real radica en la hombría en sí.
Lo que me lleva de vuelta a: ¿qué pasa con los hombres negros? ¿Qué hemos estado haciendo para analizar nuestro papel y cómo está cambiando? Pregunte esto en cualquier entorno social y prepárese para un silencio burlón De la forma en que han evolucionado las cosas, cedemos nuestras injustas ventajas sobre nuestras mujeres, y ¿qué? Seguimos haciendo lo hemos estado haciendo y cedemos nuestra hombría, ¿verdad?
En realidad, la arena ha estado resbalándose por nuestros pies durante mucho tiempo, no a causa del feminismo recuerden, sino por las instituciones económicas y culturales de la sociedad. Esto no es una excusa, porque nos hemos negado a darnos poder a nosotros como conjunto.
Los hombres negros están pidiendo ayuda, y todavía no hemos llegado al punto en el que tenemos la habilidad de oír este llanto de dolor y hacer algo.
Sin embargo, en las últimas décadas, ha florecido el progreso de nuestras mujeres en maneras que estoy seguro que nuestros antecesores nunca habrían imaginado. Son doctores, abogadas, juezas, escritoras, consejeras delegadas, ingenieras, y consejeras de seguridad nacional, mientras mantienen sus papeles tradicionales de madres, esposas y matriarcas familiares. Esto no ha ocurrido sin conflicto– observen la lucha recurrente de la mujer que «lo tiene todo»–pero el diálogo es fundamental. Nuestras mujeres negras representan un éxito conmovedor.
Pero, ¿qué pasa con nosotros? ¿Dónde hemos estado durante estas largas décadas de transición? Muchos de nosotros hemos animado a nuestras mujeres en su camino al autodesarrollo y el reconocimiento social. Aún así, muchos de nosotros hemos estado a la defensiva, criticando estos cambios tan fatales para nuestra cultura en conjunto.
Últimamente, una multitud de hombres negros, incluido yo mismo, hemos criado a nuestras hijas en este nuevo entorno, y dudo que volvamos a las dinámicas de 1955. Como consecuencia, el hombre negro en América tiene que encontrar la manera de ser masculino, fuerte, educado y cuidadosamente enérgico en la sociedad actual. Tenemos que cambiar el diálogo sobre quién somos y lo que somos y encontrar la manera de evolucionar hacia quienes podemos ser.
Zack Burgess
Zack Burgess es un premiado periodista, director y dueño de Off Woodward Media, LLC, donde trabaja como escritor, editor y especialista en comunicación.
Black Americaweb
[Traducción, María Alarcón]
Fundación Sur
