Los expertos en piratería han declarado el día 28 de enero que la mayoría de los barcos secuestrados en las costas de Somalia habían ignorado las precauciones de seguridad, y hasta el 25 % de los barcos comerciales que atravesaron el golfo de Adén siguen haciendo lo mismo.
Un grupo informal de naciones y organizaciones que combaten la piratería en las vastas y descontroladas costas de Somalia, se comprometió a intentar persuadir a la mayoría de los buques mercantes para que siguiera las precauciones recomendadas por las grandes organizaciones de navegación, cargo y de seguros.
Estas medidas de autoprotección, que van desde el aumento de los puestos de observación de maniobras en zigzag a la utilización de alambre de púas y las bombas contra incendios, se basan en las recomendaciones hechas por el Centro de Seguridad Marítima de la Unión Europea, para el cuerno de África. Los piratas normalmente secuestran los barcos y a las tripulaciones sin hacer daño a nada ni nadie, y a menudo reciben lo que quieren, decenas de millones de dólares en rescates, pagados en metálico.
Los diplomáticos dijeron al grupo antipiratería que tanto la industria como el Consejo de Seguridad de la ONU han ayudado en los esfuerzos, el consejo de 15 naciones, dando autorización de los países para entrar en las aguas territoriales de Somalia, avisando con antelación, y usar “todos los medios necesarios” para detener la piratería y los robos armados en el mar.
“Estamos viendo los efectos de las medidas preventivas tomadas por la industria”, cuenta Carl Salicath, un asesor del ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, que presidió un encuentro de un día de duración en la sede de la ONU. Era la quinta reunión de este tipo, del llamado Grupo de Contacto sobre Piratería en las costas de Somalia, desde su formación el año pasado.
“Los secuestros que terminan con éxito son casi exclusivamente de barcos que no cumplen con las prácticas de mejor gestión adoptadas por este grupo. Esto es, de largo, la medida más importante contra la piratería”, señaló Salicath, “Pero todavía, sólo entre el 70 y el 75 % de los barcos que atraviesan el golfo de Adén siguen las medidas de prevención. Nuestro reto es lograr un mayor nivel de compromiso”.
Esfuerzo antidroga
Saalicath dijo que otro gran factor son las escoltas navales protectoras del ejército y otras medidas para luchar contra la piratería. El grupo también ha acordado establecer un fondo internacional para ayudar a pagar el coste de las actuaciones judiciales y del refuerzo de la seguridad.
Charles Petrie, un representante especial de la ONU para Somalia, dijo que los esfuerzos antidroga financiados por la ONU también están representando su función.
Los piratas somalíes ahora tienen retenidos nueve grandes barcos y alrededor de 200 personas de las tripulaciones, además de entre seis y siete pequeños barcos de pesca árabes con un número indeterminado de tripulantes, según el capitán Paul Chivers, jefe de personal de la operación naval de la Unión Europea en las costas de Somalia, conocida como la operación Atalanta.
Chivers señaló que la mayoría de los ataques son efectuados por piratas en barcos abiertos de 6 metros o botes amarrados a la embarcación madre, que se arriesgan a salir a cientos de kilómetros de la costa, a lo largo de una costa que más o menos tiene el tamaño de la costa este de Estados Unidos. Agregó que los piratas normalmente retienen barcos por un mínimo de seis semanas, mientras que se llevan a cabo las negociaciones por el rescate.
“El número de ataques ha aumentado, el número de ataques con éxito ha disminuido”, recuerda Chivers en una rueda de prensa, “sería peligroso asumir que hemos superado la amenaza”.
La Oficina Marítima Internacional dijo este mes que los ataques en alta mar en todo el mundo han aumentado en un 39 % el año pasado, llegando a los 406 casos, la cifra más alta en seis años. Los piratas somalíes son responsables de 217 de esos ataques y secuestraron 47 barcos. El número de intentos de secuestro fue casi el doble de los 111 ataques lanzados por los piratas somalíes en 2008.
Chivers dice que más buques mercantes deben adherirse a las precauciones de seguridad recomendadas. “La idea es que cuanto más alarguemos el tiempo que podamos disuadir a un pirata de subir a bordo, en el golfo de Adén, más rápido podemos hacer llegar un buque de guerra hacia ellos”, explicó.
(News24, 29-01-10)