La madre de uno de los más famosos líderes rebeldes de África, ha transmitido su último deseo antes de su muerte, según una enfermera que la cuidó en su lecho de muerte: que su hijo, Joseph Kony, haga la paz.
Norah Anek, de 86 años, la madre del líder rebelde ugandés, Joseph Kony, murió el pasado día 11 de noviembre, después de una larga enfermedad, según la enfermera que la acompañó hasta el momento de su muerte, Betty Akello. Su hijo dirige el infame Ejército de Resistencia del Señor, LRA, que ha librado una de las rebeliones más largas y brutales de África, en el norte de Uganda.
Momentos antes de su muerte, “ella dijo: decidle a Joseph Kony que haga la paz”, explicó Akello.
Kony ha liderado el LRA durante las últimas dos décadas. El grupo rebelde es acusado de decenas de miles de asesinatos, mutilaciones y secuestro de niños para ser utilizados como soldados o esclavos sexuales.
El gobierno de Uganda ha estado cuidando de la madre de Kony durante los últimos 10 años, como medio para inducir a su hijo a detener la lucha.
Anek, que a veces era llamada Norah Oting, era una mujer religiosa que nunca quiso que su hijo luchase, según William Okello, un líder comunitario. Ella creía que su hijo estaba poseído por el espíritu del diablo, según Okello.
Luchar para gobernar
Anek declaró una vez a Associated Press, en una entrevista de 2007, que su hijo “nos está costando la paz en el norte de Uganda”.
En 2006, el gobierno pidió a Anek que formase parte del equipo de negociaciones en el parque nacional de Garamba, en la República Democrática del Congo, RDC, para persuadir a Kony para que firmase un acuerdo de paz con Uganda. Kony había sugerido que in encuentro con su madre podría persuadirle para que tomara parte en las conversaciones. Ella acudió al parque de Garamba, pero el grupo rebelde no firmó ningún acuerdo.
Dos años más tarde, desde su remoto escondite, en la frontera de la RDC con Sudán, Kony dejó plantada a una flota de sudorosos diplomáticos que esperaron por él tres días, en la jungla infestada de mosquitos.
El grupo armado de Kony ha librado una rebelión que ha arrastrado al norte de Uganda, el este del Congo y el Sur de Sudán. Kony, que asegura que lucha para gobernar Uganda en base a los diez mandamientos, está perseguido por el Tribunal Penal Internacional, de La Haya, por crímenes de guerra.
(News24, 12-11-09)