La infraestructura vial en el crecimiento de las economías africanas, por Lázaro Bustince

14/05/2024 | Bitácora africana, Crónicas y reportajes

África, en la encrucijada de su desarrollo, reconoce hoy más que nunca la importancia de las redes viales modernas para su integración económica y política. Las regiones de la CEDEAO y la CEMAC están particularmente preocupadas, ya que consideran a la infraestructura para intercambios comerciales, como una palanca geopolítica. Históricamente orientadas a la exportación de recursos a los puertos, las infraestructuras africanas se están volviendo ahora hacia la interconexión vial, internacional y regional. Iniciativas como la NEPAD y el Comercio Panafricano han revitalizado este proyecto de intercambio, que, si bien no es nuevo, es fundamental para el desarrollo del continente.

La Carretera Costera de África Occidental, que se extiende desde Nuakchot hasta Lagos, es un pilar de la integración regional en África Occidental, ya que facilita el comercio y la movilidad entre países. Como extensión de esta iniciativa, el proyecto de la carretera costera Lagos-Calabar representa una ampliación estratégica destinada a ampliar la red de carreteras hasta Camerún. Este desarrollo es esencial no sólo para fortalecer las conexiones dentro de África Occidental, sino también para establecer vínculos directos con África Central, promoviendo así una integración económica más amplia y profunda entre estas dos regiones.

En África del Este, existen también varios proyectos ambiciosos para el intercambio comercial, como: la nueva carretera desde Dar Salam hasta Kigali, conectando con Mombasa, Nairobi y Kampala. La antigua línea de ferrocarril de África oriental también cuenta con planes de renovación.

El nuevo oleoducto, de 1.434 km., que ya se está construyendo entre los pozos de petróleo de Masindi, en Uganda, y el puerto de Tanga, en Tanzania, es un proyecto ambicioso y quizás conveniente, pero que al mismo tiempo está siendo muy cuestionado por los desastres medioambientales que puedes causar a su paso por las regiones afectadas y parques nacionales, como el de Murchinson Falls, en Uganda.

Los proyectos de mejora de la infraestructura vial tienen un profundo impacto en el desarrollo económico y social. Al facilitar el comercio estimulan las economías locales mediante una mejor logística y la apertura de nuevos mercados. A nivel social, unas carreteras más seguras reducen los accidentes mortales, una de las principales causas de muerte en el África subsahariana, y mejoran el acceso a servicios esenciales como la educación y la salud. Por lo tanto, estas mejoras infraestructurales apoyan una integración regional más sólida y contribuyen directamente al desarrollo sostenible. Los aspectos medioambientales deberían ser considerados e integrados en cada proyecto de desarrollo, pues con frecuencia son los más olvidados por las grandes empresas, como lo hizo Shell, en el delta del rio Níger, con desastrosas consecuencias.

El general Nguema de Gabón se ha preocupado por fortalecer las relaciones con otras naciones africanas, como lo demuestra su visita a Costa de Marfil. Durante esta visita, las discusiones se centraron en la cooperación Sur-Sur y la intensificación de los intercambios económicos y comerciales, esenciales para el desarrollo de las infraestructuras. Estas interacciones diplomáticas son cruciales porque no sólo fortalecen los vínculos políticos y económicos, sino que también facilitan las inversiones necesarias para mejorar las infraestructuras para el desarrollo de África.

En el contexto actual de desarrollo de infraestructuras en África, según Karim Noujaim, “Varios factores limitan significativamente las opciones de financiación. La elevada deuda de muchos países africanos, a menudo exacerbada por los límites de deuda impuestos por instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), restringe su capacidad para movilizar recursos financieros adicionales”.

Además, la falta de transparencia en la gestión de los fondos públicos complica el establecimiento de asociaciones gestoras, esenciales para combinar las fuerzas de los sectores público y privado en la realización de proyectos de infraestructura.

En el contexto actual de desarrollo de infraestructuras en África, los desafíos relacionados con la construcción y el mantenimiento de carreteras se ven agravados por la falta de mantenimiento gubernamental, la corrupción que afecta al uso de materiales adecuados, así como la falta de seguimiento y control riguroso. Aunque se introduzcan tecnologías diferentes, como la de las carreteras continuas de hormigón armado, el punto débil es siempre el seguimiento y mantenimiento profesional de las infraestructuras. Este método de construcción de carreteras ofrece mayor resistencia a los cambios climáticos, particularmente adecuado para condiciones de fuertes lluvias en África.

Lázaro Bustince

CIDAF-UCM

Autor

  • Bustince Sola, Lázaro

    Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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