El gobierno sudanés emitió en aquel momento una enérgica declaración de enfado por ser forzado su Presidente Omer Hassan Al-Bashir a cancelar su asistencia a la III Cumbre África-UniónEuropea a solo dos días de su inicio, el 29 de Noviembre, en la capital libia.
Thabo Mbeki, líder de la delegación permanente de la Unión africana en Sudán había anunciado a los periodistas que Bashir iría a Libia, pero el Ministro de Exteriores libio Moussa Koussa sorprendió enseguida a todos revelando que Libia pedía finalmente a Bashir que no acudiera a la cumbre, a pesar de que ellos mismos lo habían invitado el pasado julio.
» Hemos pedido al Presidente Al-Bashir que no asista finalmente a la cumbre AFRICA-UNIÓN EUROPEA, pues Libia ha dedicado enormes esfuerzos para ser la anfitriona, ya que existe la amenaza clara de los europeos de no asistir si el Presidente Al-Bashir lo hace» dijo Koussa a la “Associated Press” (AP).
Bashir fue acusado en marzo de 2009 de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, y en julio de 2010 de genocidio, vinculados todos a las atrocidades cometidas por las fuerzas de Jartum en Darfur. Muchos líderes políticos en todo el mundo, incluidos los de la UE, han evitado desde entonces aparecer en público con el presidente Sudanés.
Un funcionario español ha informado ahora a AP que los 27 miembros de La Unión Europea se habían puesto de acuerdo en levantarse y salir en señal de protesta si el presidente sudanés hubiera aparecido en la cumbre conjunta.
La postura pragmática e insólita por parte de Libia, un país habitualmente cercano a Bashir, causó conmoción en Jartum donde el gobierno dirigió una crítica dura y explícita a la Unión Europea.
El mismo día previsto para que el Presidente sudanés viajara y participara en la cumbre, el Ministro de la Presidencia de este país recibió una llamada de un alto mandatario libio. Este le dijo que Libia daba la bienvenida a Sr. Presidente de Sudán el 30 de Noviembre, es decir, justo al final de la cumbre África-Unión Europea.
La agencia de noticias de Prensa Libia, perteneciente a un hijo de Gaddafi, llegó a informar de que las autoridades de aviación Civil en Libia se mostraban reacias a conceder vía libre al avión de Bashir para sobrevolar el país » por razones técnicas » lo que provocó la cancelación definitiva del viaje por parte de Jartum.
El ministro de exteriores sudanés declaró a los medios: “Definitivamente Sudán está fuera y no seremos representados a ningún nivel en la Cumbre».
La Presidencia de Sudán ha condenado enérgicamente a la UE, acusando al bloque de hipocresía al instar a Bashir a aplicar el Acuerdo de Paz (CPA) de 2005 en Sudán mientras al mismo tiempo intenta «minar” su legitimidad. También amenazó con medidas de respuesta para “preservar sus derechos y soberanía», aunque no las especificó.
En la misma declaración, el gobierno de Sudán añadió que “la postura de Europa es un ataque contra la Unión Africana y Sudán, y socava la idea de un verdadero diálogo y cooperación entre África y Europa «.
Un incidente similar ocurrió el año pasado cuando Francia decidió mover la cumbre de Francia-África de Egipto para impedir al líder sudanés que asistiera. El Cairo había insistido en la participación de Bashir.
La agencia Reuters analizó el episodio diciendo que a Sudán le ha decepcionado Libia, siendo este un tradicional aliado, por no haber adoptado una postura similar a la de Egipto en su día.
Pero las relaciones Libia-Sudan han sido tensas desde que Trípoli aceptó acoger al líder rebelde de Darfur Khalil Ibrahim, pese a la solicitud por Sudán de que Trípoli se lo entregara.
La propia Libia fue condenada al ostracismo por Occidente durante décadas con acusaciones sobre su intento de adquirir armas de destrucción masiva y por tener vínculos con grupos terroristas. Gadafi, sin embargo, con el tiempo renunció públicamente a esas políticas y las sanciones contra su régimen fueron levantadas.
(Sudán Tribune, 28-11-10)
Traducido por Mavi Ruiz, para Fundación Sur.
