Según afirma un comunicado de la Conferencia Episcopal de Burkina Faso, la Iglesia Católica no se sentará en el Senado, rechazando la norma introducida en la ley aprobada en mayo que ha dado lugar a la creación de la Cámara Alta, y que tiene previsto asignar un cierto número de escaños a representantes designados por los líderes religiosos.
El comunicado afirma que “Fiel a su naturaleza y su misión – han escrito los obispos -, la Iglesia no va a participar en los órganos ejecutivo, legislativo o judicial, como el Senado, donde debería tener un representante […] Nuestra participación en este proceso nos llevaría a alinearnos en tal o cual posición, arrebatándonos así cualquier posibilidad de ejercer nuestra función primordial de autoridad moral para iluminar, promover la cohesión social y, en su caso, mediar al servicio de la mayoría y de la oposición».
La creación del Senado ha generado una fuerte controversia y protestas en el país, ya que se teme que se convierta en una herramienta utilizada por el presidente Blaise Compaoré para cambiar la Constitución con el fin de permitirle volver a presentar su candidatura para el nuevo mandato en las elecciones de 2015.
En julio, los obispos expresaron su oposición a la introducción del Senado, dando la voz de alarma sobre los riesgos que podría correr la paz social en el país.
(L.M.)
Agencia Fides
