La icónica grulla crestada de Uganda se enfrenta a la extinción, por Lázaro Bustince

26/02/2025 | Bitácora africana, Opinión

Todas las tribus y países del África Subsahariana tienen y respetan, al menos, un símbolo o token, que representa y proteja a la población. Suele ser un animal, símbolo u objeto de la naturaleza elegido por el clan o país como símbolo de protección y de unión de todo un pueblo, que respeta siempre su token.

Este símbolo importante para Uganda es la grulla crestada. Con su distintiva corona dorada, su bolsa roja en la garganta y sus delgadas patas negras, la grulla crestada es un ave muy querida en Uganda, que aparece en la bandera y el escudo de armas de la nación.

Todos los equipos deportivos nacionales del país también llevan el apodo de esta ave icónica, pero en los últimos años ha entrado en declive y los conservacionistas dicen que podría enfrentarse a la extinción si no se hace más para protegerla.

También conocidas como grullas de corona gris, las aves se encuentran predominantemente en Uganda, pero también en Kenia, Tanzania, Ruanda, Burundi, República Democrática del Congo, Mozambique, Sudáfrica y Zimbabue.

La ley de Uganda protege a esta ave, que estipula una sentencia de cadena perpetua y/o una multa de 20.000 millones de chelines ugandeses (4.768.580 millones de euros) para quienes la maten.

Desde hace siglos, la superstición cultural local de Buganda también protegía a esta elegante ave, que se consideraba un símbolo de riqueza, buena fortuna y longevidad. Pero para los agricultores del oeste de Uganda, donde las grullas suelen estar, ese miedo se ha disipado y, a menudo, solo los conservacionistas parecen saber que está prohibido matarlas.

Los agricultores de Mbarara, como Fausita Aritua, señalan que cuando van a su parcela de maíz se pasan todo el día ahuyentando a las grullas. Y es que con el aumento de la población humana, la alta demanda de alimentos está empujando a los agricultores a cultivar en humedales, dejando a las grullas crestadas con áreas cada vez más reducidas para alimentarse. En los últimos años, se han encontrado decenas de grullas muertas después de que los agricultores de arroz y maíz las envenenaran en el distrito de Lwengo, en el centro-sur de Uganda.

Se ha tratado de animar a los agricultores a utilizar diferentes métodos de disuasión, como los espantapájaros, para proteger sus cultivos de las grullas invasoras. Un agricultor más consciente de la importancia de la conservación de la grulla comenta «simplemente las persigo, porque crecí sabiendo que no se debe matar a la grulla crestada. Pero el gobierno debería considerar compensar a los agricultores por los daños a los cultivos«.

Las grullas crestadas, que pueden vivir poco más de dos décadas, casi nunca se reproducen en cautiverio, ya que son aves famosas por su fidelidad. Atraen a una pareja bailando, haciendo reverencias y saltando, y a menudo se las ve caminando en parejas o familias. Una pareja definirá su propio territorio y puede ser muy agresiva para defenderlo.

Nature Uganda, una organización para la conservación de la naturaleza, señala que estos esfuerzos estaban ayudando lentamente a estabilizar la situación, pero el número de grullas seguía siendo «muy bajo». Desde la entidad informan que en la década de 1970, Uganda contaba con una población de más de 100.000 grullas crestadas, pero hoy ese número se ha reducido a solo 10.000. Dan Sseruge, un ornitólogo ugandés, comenta que «a pesar de su serenidad, belleza y popularidad, el ave se enfrenta a una grave amenaza. Esto significa que, si no se toman medidas urgentes para revertir esta tendencia, podríamos ver a las grullas abocadas a la extinción”.

El presidente Yoweri Museveni, que viene de la Región Occidental, ha estado instando a los agricultores invasores a que abandonen las zonas de humedales y, según los medios locales, ha declarado 2025 como el año de la conservación de los humedales.

Sería una buena señal, de gobernanza responsable, si el gobierno de Uganda hiciera el mismo esfuerzo en proteger la vida, dignidad y desarrollo de todas las tribus de Uganda, especialmente las del norte del país, a través de una gestión más justa y ética de los ricos recursos del país.

Lázaro Bustince

CIDAF-UCM

Autor

  • Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

    ¡Visita su sitio web personal!

Más artículos de Bustince Sola, Lázaro
Aumento del cólera desde 2021

Aumento del cólera desde 2021

Tras décadas de progreso contra el cólera, los casos están aumentando de nuevo, incluso en países que no habían sufrido la enfermedad en años. El...

¿Está contaminado el aire en África?

¿Está contaminado el aire en África?

El riesgo para la salud parece estar aumentando en la mayoría de  países africanos, pero sin monitoreo, es difícil una intervención efectiva. Cada...