El Norte de Malí, una zona situada entre el Sahara y el Sahel, ocupa dos tercios del territorio del país; el agua siempre ha sido allí causa de conflictos.
¿Qué conflictos plantea la carestía de agua?
A medida que el desierto avanza hacia el sur, encontrar agua es cada vez más urgente para reducir las tensiones entre las varias comunidades locales. Muchos conflictos en el Sahara, entre países, y entre comunidades del mismo país, tienen su origen en la escasez del agua. En Malí, por ejemplo, las causas de los conflictos son complejas, pero es un hecho que la penuria de agua aumenta las tensiones y hace más difícil el acceso al agua potable. En algunas partes del Malí solo llueve una vez al año. En el Sahel llueve más, pero de manera desigual: en un lugar hay sequía y en otro inundaciones. La gente que vive donde el agua escasea quiere tener acceso al agua de otras comunidades, y esto acarrea conflictos. También se dan conflictos entre agricultores y ganaderos por los puntos de agua que pueden llegar a pérdida de vidas.
¿Qué consecuencias conllevan estas tensiones?
Las tensiones locales sobre recursos de agua se han intensificado, a tal punto que los trabajadores humanitarios no son capaces de acceder a esas regiones remotas a causa de la inseguridad. Al no poder perforar nuevos pozos, la escasez de agua aumenta. Para perforar pozos se requiere un equipo de personas cualificadas, pero cuando esos equipos se desplazan a zonas inseguras son a veces secuestrados y con frecuencia muere algún miembro del equipo.
¿Se han encontrado soluciones a este problema?
A causa de las tensiones y del peligro se ha llegado a la conclusión de que se requieren soluciones locales. Durante la última década se han excavado múltiples pozos a mano, a pico y pala. Generalmente a unos seis metros de profundidad encuentran agua. Cuando se da con un subsuelo rocoso, la perforación resulta difícil y lenta. La existencia de agua en el subsuelo varía mucho de una zona a otra. Una vez que se ha excavado el pozo, el agua se extrae con un cubo y una cuerda, o bien con una bomba manual.
¿Esos pozos son duraderos?
Depende de la gestión. Por ejemplo, las bombas, incluso manuales, con frecuencia se estropean. Una inspección que se llevó a cabo dio como resultado que entre el 10 % y el 60 % de las bombas manuales no funcionaban. La excavación de pozos debe ir acompañada de un proceso de educación. La ONG local Cri de Cœur (grito del corazón) intenta educar a la gente en el cuidado de los pozos. Esto incluye que quienes se ocupan del pozo sean imparciales y acepten a las personas de las varias comunidades presentes en la zona.
De todas formas, los pozos excavados manualmente no suelen proporcionar agua suficiente. Con el avance del desierto y los conflictos muchas comunidades se ven obligadas a desplazarse y algunas aldeas triplican su población. Esto significa que la cantidad de agua limpia ya no es suficiente, lo que tiene impacto en la higiene y la salud de la población. También puede afectar a la escolarización, sobre todo de las niñas, cuando el pozo está lejos. Son las niñas quienes tradicionalmente están encargadas de buscar el agua.
Bartolomé Burgos