África sigue demostrando el despertar de su juventud ahora que muchos de sus ciudadanos empiezan a participar en la vida civil y política, pero los líderes africanos no están demostrando un entusiasmo equiparable. Las protestas contra el proyecto de ley financiera en Kenia deberían alertar a la clase política de África sobre la generación Z (GenZ), aquellos individuos nacidos entre finales de la década de 1990 y principios de la de 2010, caracterizados por la destreza digital y una conciencia social desarrollada. la GenZ se está convirtiendo en una fuerza política enfocada en la búsqueda de la transparencia institucional, la rendición de cuentas y la buena gobernanza. La medidas propuestas por el presidente William Ruto en el ahora retirado proyecto de ley fiscal han causado una nueva ola de protestas por la pesada carga fiscal que impondría a los ciudadanos. Estas reformas fiscales surgen de un programa de rescate, establecido en 2021 con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que Kenia se comprometió a aumentar la recaudación en hasta un 25 % del producto interior bruto, recortar la deuda y reducir gastos. Ruto llegó al poder un año después.
El Gobierno de Kenia ha comenzado a aplicar políticas de recorte y recaudación, incluyendo nuevos y mayores gravámenes sobre la vivienda, el combustible, los seguros médicos, recursos de primera necesidad (las compresas, el pan) y las transacciones monetarias online, entre otras medidas fiscales punitivas. La secretaria del Gabinete, Musalia Mudavad, afirmó que «no hay soluciones blandas» para este problema, sin embargo, el proyecto fiscal provocó que las redes sociales se inundaran velozmente de contenido sobre los programas de ajuste estructural de los años 90, caracterizados por provocar la privatización masiva y el despido de miles de funcionarios, empezando un debate sobre las medidas antibienestar e insensibles del FMI. Durante las protestas actuales se aprecia la innovación de los jóvenes cuando utilizan medios digitales, llevando el activismo a un nuevo nivel. En esta ocasión se han desplegado una serie de nuevas y viejas estrategias de organización: la recaudación de fondos, la coordinación del transporte y puntos de agua, el compartir recursos educativos y el establecimiento de una sofisticada división del trabajo.
Los jóvenes kenianos involucrados con estas últimas protestas han creado un movimiento orgánico que utiliza plataformas como las redes sociales para movilizarse y coordinar esfuerzos rápidamente. Aplicar la inteligencia artificial (IA), como nueva estrategia, ha permitido educar a un público más amplio sobre el proyecto de ley. Por ejemplo, se desarrollaron modelos GPT (generative pre-trained transformer) especializados en responder a preguntas sobre la ley. A pesar del compromiso del gobierno de retirar el proyecto de ley, la muerte de 23 manifestantes a manos de la policía han comprometido a los activistas con la continuidad de las protestas. En el ámbito digital se piratearon sitios web gubernamentales, compartiendo contactos personales y comerciales de miembros del parlamento y del ejecutivo, creando un tipo de «lista de la vergüenza» a la que prometieron exigir responsabilidades. Lo que empezó como una rabia generalizada en plataformas de Internet contra el despilfarro de los funcionarios del gobierno y contra los viajes privados acompañado de enormes delegaciones del presidente, estalló en protestas callejeras. Un mayor acceso a la información, la educación y las competencias está permitiendo a esta nueva generación ver un mundo de oportunidades más allá de lo que el sistema actual y sus dirigentes les ofrecen.
Autores: Cliff Mboya y Job Mwaura
Fuentes: Daily Maverick – Daily Maverick
[Traducción y edición, Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]
