La fusión nuclear, objetivo esencial para una nueva era de bonanza

9/09/2019 | Opinión

La obtención ilimitada de energía por fusión nuclear representaría una auténtica inflexión histórica, ya que la humanidad podría reconducir adecuada y oportunamente la actual deriva ecológica y asegurar un desarrollo humano con calidad de vida digna a escala global.

Se han venido realizando progresos para conseguir la fusión en lugar de la fisión nuclear, pero los intereses cortoplacistas de los grandes traficantes de combustibles fósiles unidos a los de quienes restringen el ámbito de la seguridad a la hegemonía territorial han impedido que se dedicaran al proyecto científico internacional ITER los recursos de toda índole que hubieran permitido avanzar con el apremio exigible. ¡Y éste es el único acelerador que interesa ahora acelerar!

No me cansaré de repetir que ha llegado el momento de la “voz de los pueblos”, liderados por las comunidades científica, académica, artística, literaria, intelectual en suma, para conseguir una nueva gobernanza multilateral que aplique con diligencia las prioridades de las Naciones Unidas (alimentación, agua potable, servicios de salud de calidad, cuidado del medioambiente y educación) al tiempo que aporte todos los medios necesarios para grandes acciones conjuntas que permitan disponer lo antes posible de energía procedente de fusión nuclear.

Frente a los miopes gobernantes que no alcanzan a ver más allá de los sombríos horizontes actuales… la voz de los científicos, la voz de los pueblos en favor de los cambios que, todavía, podrían permitir un legado intergeneracional adecuado.

Es imprescindible resistir. Resistir para no ser espectadores en lugar de actores; para ser ciudadanos del mundo cuando los retos globales acechan, especialmente a las generaciones venideras; resistir para no permitir que se incumplan por irresponsables líderes actuales los acuerdos sobre cambio climático y desarrollo sostenible que firmaron sus antecesores; resistencia para evitar la vergüenza de la insolidaridad y la indiferencia… Espero que, una vez más, tenga razón Albert Camus cuando escribió que “Sólo los resistentes tienen la última palabra”.

Federico Mayor Zaragoza

[Fundación Sur]


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Autores

  • Federico Mayor Zaragoza nació en Barcelona, en 1934. Doctor en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid (1958), en 1963 fue Catedrático de Bioquímica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada y en 1968 llegó a ser Rector de esta institución, cargo que desempeñó hasta 1972. Al año siguiente fue nombrado catedrático en la Universidad Autónoma de Madrid.

    Cofundador en 1974 del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, de la Universidad Autónoma de Madrid y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, entre otras responsabilidades, el Profesor Mayor ha desempeñado los cargos de Subsecretario de Educación y Ciencia del Gobierno español (1974-1975), Diputado al Parlamento Español (1977-78), Consejero del Presidente del Gobierno (1977-78), Ministro de Educación y Ciencia (1981-82) y Diputado al Parlamento Europeo (1987).

    En 1978 pasó a ocupar el cargo de Director General Adjunto de la UNESCO y, en 1987, fue elegido Director General de dicha Organización, siendo reelegido en 1993 para su segundo mandato. En 1999, decide no presentarse a un tercer mandato y, a su regreso a España, crea la Fundación para una Cultura de Paz. Preside el Consejo Científico de la Fundación Ramón Areces.

    Además de sus numerosas publicaciones científicas, ha publicado cuatro poemarios y varios libros de ensayos. Es miembro de una treintena de academias de las ciencias y asociaciones de todo el mundo y Doctor Honoris Causa de varias universidades.

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