“Fortress Europe”, observador oportuno de las tragedias que ocurren en el Mediterráneo, ayer publicó nuevas estimaciones sobre el número de migrantes que murieron tratando de llegar a Europa en embarcaciones que zarparon desde la costa sur. Pero la cifra de 18.455 muertos desde 1988 hasta el 6 septiembre de 2012 deberá ser actualizada con las víctimas del naufragio de una embarcación, ocurrido anoche frente a las costas de Lampedusa.
“A pesar de los esfuerzos de las autoridades militares italianas e internacionales, que respondieron a la alarma lanzada por los sobrevivientes desplegando numerosas fuerzas de rescate, nos encontramos frente a la enésima tragedia en el Canal de Sicilia, y hay que recordar que este no es un caso aislado”, dijo Christopher Hein, director del Consejo Italiano para los Refugiados (CIR).
Citando los datos de “Fortress Europe”, Hein señaló que “no podemos limitarnos solamente a hacer esta macabra cuenta y que la única manera de prevenir tragedias similares sea introducir mecanismos de acceso protegido y regular a Europa”.
Según el CIR, es necesario establecer modalidades de acceso para quienes huyen de ataques, guerras y persecuciones otorgando visas humanitarias, reubicación y evacuaciones humanitarias. “Las migraciones pueden ser contenidas, no se puede seguir padeciendo su evolución porque la consecuencia es ser cómplice de tales tragedias” dijo Hein.
Según la última actualización de la Prefectura italiana, en el naufragio de Lampedusa 56 personas fueron rescatadas, entre ellas una mujer embarazada. Sin embargo, hay decenas de desaparecidos y hasta el momento sólo se ha hallado un cuerpo sin vida.
(Missionary International Service News Agency, 07-09-12)