Cada año, el primer jueves de febrero, se celebra en Washington D.C. el National Prayer Breakfast (Desayuno de Oración Nacional). Un evento que acoge a unas 3.500 personas, incluidos extranjeros de más de 100 países, organizado por The Fellowship Foundation, en nombre de miembros del Congreso de los Estados Unidos (EE. UU.), una organización conservadora cristiana más conocida como “The Family”. Se trata de un encuentro de personalidades cristianas, elegidos, empresarios, líderes sociales…; una cita en la que se mezclan oración, intercambio de ideas y proyectos, política y negocios; algo criticado, por ejemplo, por Freedom From Religion Foundation, por violar la separación entre Iglesia y Estado, recogida por la primera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos. Generalmente no suele faltar el discurso del Presidente de turno ante tan influyentes personalidades. Este año, no ha faltado a la cita el presidente Biden.
Paul Kagame, que controla con mano de hierro Ruanda desde 1994, durante el evento en Washigton, ha alardeado de haber liberado su país de la “dictadura étnica”, de haber terminado con el genocidio y haber creado una patria para todos los ruandeses sin distinción. Contra toda evidencia, se ha alegrado de que Ruanda es un “país pacificado, floreciente, emprendedor y, sobre todo, unido”.
Este discurso “engañoso” ha sido denunciado por Human Rights Foundation (HRF), una ONG norteamericana cuyo objetivo es “asegurar que la libertad sea protegida y promovida”. HRF describe a Paul Kagame como un prestidigitador especializado en la manipulación que, a pesar de sus numerosos crímenes contra la humanidad, se presenta en el ámbito internacional como una fuerza estable y humanista en una región inestable. HRF denuncia a la organización National Prayer Breakfast de Washington “por haber ofrecido el jueves ese escenario al dictador Paul Kagame y haber propiciado que un belicista, acusado de crímenes contra la humanidad, se presente ante una reunión de poderosos líderes”. Al mismo tiempo, Human Rights Foundation condena la explotación por parte de Kagame del foro National Prayer Breakfast para “blanquear sus sangrientos crímenes y proyectar una falsa imagen de un liderazgo pacífico, progresista y legítimo”.
Las declaraciones de Human Rights Foundation se basan en numerosos informes de investigadores internacionales de derechos humanos y expertos de la ONU que han señalado la responsabilidad de Paul Kagame en una larga serie de atrocidades; concretamente en el desencadenamiento de dos guerras que han causado la muerte de millones de inocentes en Ruanda y en la República Democrática del Congo, así como en la financiación y apoyo de milicias armadas implicadas en el saqueo de minerales en territorio congoleño.
Fuente: www.mediacongo.net
[CIDAF-UCM]
