La expansión de los BRICS, un bloque de países en desarrollo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que recientemente incorporó nuevos miembros, es un camino sin retorno, pero los avances más ambiciosos aún se enfrentan a impases internos. Este es el análisis de Marco Fernandes, investigador y analista político, en una entrevista con el podcast O Estrangeiro, de Brasil de Fato.
“Los BRICS aún intentan comprender su nueva configuración”, afirma Fernandes, recordando que el bloque creció de cinco a once miembros entre 2024 y principios de 2025, con la incorporación de Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán e Indonesia. Actualmente, cuenta con nueve países socios, entre ellos Cuba, Bolivia y Vietnam, y se encuentra en un período de transición. “Ha duplicado su tamaño y aún no ha tenido tiempo de absorber una expansión tan grande”, añade.
A pesar del potencial geopolítico del bloque, Fernandes considera que muchas de las propuestas aún dependen de una mayor articulación política y valentía.
«Hay varias ideas sobre la mesa. La mayoría de las buenas y audaces ideas han surgido de Rusia últimamente. Pero aún no hemos visto ningún debate en los BRICS. Creo que aún nos llevará algunos años llegar a un consenso sobre cómo hacerlas realidad».
Entre las propuestas en discusión se encuentran medidas para desdolarizar el comercio internacional, como la creación de un sistema financiero alternativo al SWIFT, dominado por Estados Unidos, y una bolsa de granos que definiría los precios globales. «Los países BRICS producen la mayor parte de los granos del mundo, pero sigue siendo la Bolsa de Valores de Chicago la que fija los precios de las materias primas«, critica Fernandes. Otra posibilidad que se analiza es la creación de una reserva alimentaria reguladora y una alianza global para combatir las enfermedades que afectan a los países tropicales y pobres, desatendidas por la industria farmacéutica.
«Algunos avances están en marcha, pero sabemos que existen otras posibilidades. Por ejemplo, la cooperación en energía: los BRICS poseen el 50% de las reservas mundiales de petróleo y el 60% de las reservas de gas. China y Rusia producen casi el 70% del uranio enriquecido del mundo. Además, los BRICS poseen el 85% de las reservas mundiales de tierras raras, lo que les permite controlar uno de los minerales más importantes en las próximas décadas».
La ausencia de líderes importantes en la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro (6 y 7 de julio), como el presidente chino Xi Jinping, es simbólica, pero no es el principal obstáculo para la articulación política del bloque, afirma el analista. “El problema de los BRICS, sus contradicciones, reside en otras áreas”, señala. Una de ellas serían las acciones de países como India y Emiratos Árabes Unidos, que “actúan como vetos permanentes”, lo que dificulta el consenso interno.
Adele Robichez
Fuente: Brasil de Fato
[CIDAF-UCM]
