En el contexto de las recientes Elecciones Presidenciales de Nigeria en un ejercicio democrático, y de la masacre de 148 estudiantes en Garissa, la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas y la Unión Africana se reunieron en Addis Ababa del 25 al 31 de marzo 2015.
Sin embargo, los temas de gobernabilidad y violencia relacionados con el aumento del terrorismo islamista no fueron abordados más que de pasada. Se trató más a fondo el tema de la creciente desigualdad y de la falta de puestos de trabajo.
Un país crece al ritmo de su población en edad de trabajar, con la condición de que la economía ofrezca puestos de trabajo y que las nuevas generaciones estén preparadas para ocuparlos.
En gran parte de los países africanos subsaharianos, el reto principal consiste, no ya tanto en la falta de educación, sino en una economía capitalista y tribal que crea desigualdades y no se preocupa del Bien Común.
En África, la mano de obra explotará en los próximos cuarenta años, pasando de los 600 millones actuales, a 1.2 millones en 2050. Mientras tanto la inversión necesaria en educación y formación profesional sigue siendo insuficiente.
Está además el reto de todos los niños y jóvenes en la calle sin nada que hacer. En Uganda existe el 82% de paro juvenil, aunque una buena parte ha terminado su carrera universitaria.
La Comisión observa: “las desigualdades deben tratarse, ya que son propensas a contrarrestar el desarrollo a largo plazo, a alimentar los disturbios y a crear un círculo vicioso de pobreza y exclusión”.
Aquí esta quizás una de las raíces más importantes de tantos grupos extremistas y fanáticos que se dejan llevar por ideologías que les llevan a la violencia más cruel.
Con esta brutalidad insensata de los grupos yihadistas, contrasta la indiferencia y el silencio cómplice de gran parte de los gobiernos y comunidad internacional.
Dos Congresos internacionales nos invitan a reflexionar esta semana sobre este reto de la violencia y de la exclusión que sufren tantas personas vulnerables.
Hazte Oir.org organiza un Congreso internacional, el 17, 18 y 19 de abril 2015 , con el lema: “Todos somos nazarenos”, sobre los cristianos perseguidos, por Estado Islámico, Boko Haram, Al Sahbaab, Al Qaeda o Talibanes, en Irak, Siria, Egipto , Kenia, Líbano o Nigeria.
Casa Árabe organiza otro Congreso internacional, los días 15, 16 y 17 de abril, sobre el tema: “Oriente cristiano y mundo árabe”, para analizar la situación de las comunidades cristianas árabes en Egipto, Líbano, Siria, Irak y Palestina.
Los líderes africanos y europeos podrían aprender de los gobernantes íntegros que han marcado la historia de sus pueblos, cuyo último ejemplo más significativo es Nelson Mandela. Recordamos aquí algunas de sus palabras:
“La igualdad social es la única base de la felicidad humana. Mis pensamientos se centran en los humanos, en las ideas por las que luchan, en el mundo que está surgiendo, en la nueva generación que declara una guerra total contra todas las formas de crueldad, contra cualquier orden social que defienda la privilegios económicos para una minoría y que condene la población a la pobreza y a las enfermedades, al analfabetismo y al sinfín de males que van de la mano de una sociedad estratificada”.
