La democracia senegalesa a prueba por las elecciones del 25 de Marzo (*), por Mamadou Cheikh Agne

3/04/2012 | Bitácora africana

(*) Este artículo se escribió el 17 marzo 2012 , antes de la segunda vuelta de las elecciones presidemciales en Senegal que dieron la victoria a Macky Sall.

La estabilidad política en África está a menudo afectada por diversos hechos de naturaleza política o económica, a menudo por golpes de Estado.(el ultimo después de la redacción de este articulo surge en Mali en África del Oeste). La cuestión de la gobernabilidad se fija en la propensión de algunos o muchos líderes africanos a ver el poder como un asunto personal: Las revisiones de las constituciones o “alternancias-hijos”, que son nuevos modelos de substitución del poder de los padres por sus hijos, son algunas de las herramientas utilizadas para perdurarse en el poder.

Senegal, desde muchos años, ha sido, por el modelo allí desarrollado, como una vitrina de la democracia en África. Las elecciones de 2000 fueron un ejemplo a nivel mundial de una posible transición y cambio democrático en África y una lección para muchos países Africanos. Pero lo sucedido desde hace menos de un año en la preparación de las elecciones presidenciales de febrero pasado llama nuestra atención y nos anima a hacer un repaso de la historia democrática en este país, de lo que está ocurriendo y de las alternativas que se pueden plantear.

La República de Senegal después de su Independencia en 1960, había seguido dirigido por su primer Presidente el poeta Leopoldo Sedar Senghor, quien, tras imprimir los primeros pasos democráticos al país, mantuvo en él una estabilidad política. Después de veintiún años en el poder, Senghor lo dejará voluntariamente antes de la finalización de su mandato, en manos de su ex Primer Ministro Abdou Diouf. Diouf consolidará la democracia, abriendo las corrientes políticas a todas las familias y consensuando una normativa electoral con los partidos políticos.

En estos años, la situación económica estuvo caracterizada por la aplicación de los programas de ajuste estructural por parte del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Estas aplicaciones fueron muy impactantes a nivel social y económico: se privatizaron la educación y la sanidad, y los recortes incidieron en la vida cotidiana de los ciudadanos. Esta situación se mantendrá hasta 1988, año de las segundas elecciones para el Presidente Diouf que las gañó, pero fueron enormemente contestadas: el movimiento estudiantil, la sociedad civil y las formaciones políticas tomaron las calles para decir no a una mascarada electoral. El año 2000 fue otro punto de referencia en la historia de Senegal, marcado por la primera alternancia política: el líder carismático de la oposición Abdoulaye Wade, tras veinticinco años de lucha continua, había llegado al poder con el apoyo unánime de toda la oposición, ejemplo saludado por todo el mundo y por los países africanos necesitados de avances democráticos.

La llegada al poder de Abdoulaye Wade había creado muchas esperanzas en la juventud y en todo el pueblo de Senegal que había venido sufriendo durante muchos años una mala situación económica. Sin embargo cabe subrayar que estas esperanzas no se han visto materializadas en la vida económica y social de la población senegalesa; el balance de Wade se enfoca más en las infraestructuras realizadas durante su mandato. La razón principal de aquella frustración la podríamos identificar en lo que tiene que ver con el sistema de gestión. La política llevada a cabo por Wade es lo más contrario de lo que se espera en el tema de la impunidad tanto sobre los actos cometidos en materia de gestión, como acerca de agresiones cometidas con adversarios políticos. Un famoso periodista senegalés hablaba en este momento de “alternancia entrampada”. Además, el en otro tiempo opositor, se fue despidiendo de todos los líderes que lo habían apoyado para facilitar su llegada al poder.

La gota que ha desbordado el vaso ha venido de su intención de modificar la constitución en algunas de sus disposiciones electorales, limitando a 25% la barra para pasar la primera vuelta de las elecciones e introduciendo que el puesto de vicepresidente fuera elegido al mismo tiempo que el Presidente. Esta doble intención era vista como un plan de devolución monárquica del poder (la oposición siempre ha considerado a Wade dispuesto a ceder el poder a su hijo, presente en el gobierno con un puesto ministerial que abarca como cuatro ministerios). La fuerte movilización de la oposición y de la sociedad civil el 23 de junio de 2011para decir no a este proyecto obligará al presidente a dar un paso atrás y retirar el proyecto por la amplitud de la contestación en la capital y en las otras regiones del país.

La segunda razón era su presentación para un tercer mandato en las elecciones que él mismo había afirmado quedar excluido por la Constitución. El presidente Wade empieza su primer mandato en 2000 para una duración de 7 años constitucionalmente indicado, fue reelegido para un segundo mandato en 2007 para 5 años después de una revisión constitucional en 2001 que fijaba dicho mandato de cinco años renovable una sola vez. Otra revisión de la constitución llega a instaurar la duración del mandato a siete años en 2008. El debate de la validez de la presentación de su candidatura parecía a la oposición ilegal según la constitución, pero para los partidarios de Wade, el primer mandato no debería ser contabilizado.

En febrero pasado, a pocos días de las elecciones, el consejo constitucional a pesar de las contestaciones y de los argumentos de algunos especialistas constitucionalistas que confirmaban la inconstitucionalidad de la candidatura del Presidente, había validado su candidatura. Eso provocó muchas manifestaciones reprimidas por la policía y con un balance muy grave, más de 12 muertos, entre ellos dos estudiantes. El clima preelectoral se hacía peligroso y lleno de riesgos de violencia. Pero en presencia de observadores extranjeros y Africanos, y de organismos de derechos humanos, los electores senegaleses han demostrado otra vez más su madurez, han comprendido que los cambios políticos se pueden conseguir por el voto, y lo han hecho de manera que el presidente (asegurado por su gente de ganar en la primera vuelta a pesar de las contestaciones) tendrá que pasar la segunda vuelta, prevista el 25 de marzo próximo, en la cual se enfrentará a su ex Primer Ministro Macky Sall.

La situación actual en Senegal nos lleva a subrayar dos lecciones: primero que la población ha aprendido con el tiempo la utilidad de su voto para que nadie se pueda permitir nunca hacer lo que le dé la gana en el ejercicio del poder , más cuando se tiene la ambición de hacer del poder, salido de la legitimad popular, un asunto familiar. El voto ha revelado la intención de cambio de los Senegaleses para otro nuevo sistema basado en la equidad, la justicia, la transparencia y la buena gobernanza. En este ámbito, el papel de la sociedad civil ha sido muy importante, la llegada y movilización del movimiento “Y A EN MARRE”, que significa ESTAMOS HARTOS de lo que pasa, las organizaciones de derechos humanos en la concientización y actividades de movilización, han sido decisivos en los momentos de contestación.

La segunda lección es que para poder ser legitimado y reconocido por el pueblo, no hace falta para los políticos quedarse en los medios de comunicación o salones de conferencia de prensa para poder convencer a las poblaciones o ganar. Lo más necesario es el acercamiento permanente a las poblaciones. La prueba ha venido servida por el challenger de Wade durante la segunda vuelta, quien desde la creación de su partido en 2008 se ha puesto a desarrollar una campaña intensa por los pueblos más recónditos de Senegal y en la diáspora Senegalesa.

Ojalá que en adelante sigan las mismas condiciones de expresión democrática en la transparencia que permitirán al pueblo de Senegal decidir su destino para poder seguir mostrando al mundo la imagen de una democracia consolidada.

Mamadou Cheikh Agne es Ex Secretario Ejecutivo ASCODE (asociación para el codesarrollo- Senegal)

Autor

  • Mamadou Cheikh Agne

    D. Mamadou Cheikh AGNE es titular de un Diploma Universitario de Estudios Literarios) de la Facultad de Letras de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar – Senegal., diplomado en Estudios Superiores en Business Administración de gestión de empresas del Instituto Africano de Management, diplomado del curso Investigación social y de mercado del colegio Nacional de Doctores y Licenciados en Ciencias políticas y Sociología de Madrid.
    D.AGNE ha desarrollado muchas investigaciones y reflexiones sobre el tema de la migración, del codesarrollo. Fue Secretario Ejecutivo de una ONG Senegalesa (ASCODE) durante 4 años, en esta tarea , ha coordinado muchos proyectos de desarrollo local vinculados al microcrédito, a la educación sanitaria, a la reinserción socio profesional de los jóvenes a través de la creación de micro empresas, a la capacitación de las mujeres en el tema de la alfabetización en aldeas rurales.. Además en el tema de la migración, ha iniciado con su ONG, la organización de foros sobre la migración y el codesarrollo y participado en numerosas foros internacionales sobre el tema de la migración y del desarrollo en Europa, Asia y África.

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