En la costa al norte de Dar es Salaam, se encuentra la ciudad de Bagamoyo*. Con fuerte influencia musulmana en el siglo XVIII, se convirtió en uno de los mayores puertos comerciales de esclavos y marfil hacia Asia en la segunda mitad del siglo XIX. Hoy conserva antiguas construcciones de diferentes épocas y un ambiente tranquilo de pueblo pesquero, lejano a lo que un día constituyó la capital de Tanzania durante la colonización alemana.
En la costa sur, a unas seis horas en autobús desde Dar, se encuentra Kilwa Masoko, una pequeña ciudad de pescadores. Desde allí se accede en “dhow” (barco artesanal de madera) a la isla de Kilwa Kisiwani*, que conserva ruinas de mezquitas y palacios del sultán de Omán construidas con coral marino entre los siglos XI y XV, en el apogeo de lo que fue uno de los mayores puertos comerciales de África Oriental. En el sur tanzano la vida y el tiempo parecen haberse detenido en una época incierta.
La isla de Zanzíbar vive hoy entre una fuerte tradición musulmana y la masificación turística en las paradisíacas playas del norte. Paseando por los callejones de la antigua Stone Town se vuelve al pasado de otro de los mayores puertos comerciales de esclavos y especias; mientras en las playas del norte, en este caso Kendwa, la tradición se mezcla con el boom turístico bajo los espectaculares cielos de los atardeceres.
* Tanto Bagamoyo como las ruinas de Kilwa Kisiwani han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Original y foros en : Una mzungu en Tanzania