Un juez de Kenia emitió el lunes una orden de arresto contra el presidente de Sudán, Omar al-Bashir, buscado por la Corte Penal Internacional, acusado de genocidio, después de que el gobierno keniano no lo detuviera durante una visita el año pasado.
La sentencia del Tribunal Supremo significa que la detención de Bashir «debe ser efectuada por el Fiscal General y el Ministro de Seguridad Interna en caso de que alguna vez ponga un pie en Kenia», dijo el juez Nicolas Ombija.
Kenia ha ratificado el Estatuto de Roma, de la Corte Penal Internacional, así que en teoría tiene la obligación de ejecutar las órdenes de la Corte, pero no detuvieron al líder sudanés, cuando visitó el país en agosto de 2010.
Bashir asistió a una ceremonia en Nairobi con motivo de la adopción de la nueva Constitución de Kenia. Después de dejar el país como un hombre libre, la sección keniana de la Comisión Internacional de Juristas, una asociación de profesionales del derecho que promueve los derechos humanos, se acercó a los tribunales a pedir una resolución judicial.
Bashir es objeto de dos órdenes de detención dictadas por la Corte Penal Internacional por las atrocidades cometidas en Darfur en el oeste de Sudán. La primera orden de arresto se publicó en marzo de 2009 por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. La segunda fue publicada en julio de 2010 por cargos de genocidio.
El fiscal jefe Luis Moreno-Ocampo acusa a Bashir de haber instruido personalmente a sus fuerzas para aniquilar a los fur, masalit y zaghawa en Darfur. Cerca de 300.000 personas han muerto desde que estalló el conflicto en la región en 2003, cuando los rebeldes de minorías étnicas se levantaron en armas contra el régimen dominado por los árabes con una mayor participación en los recursos y en el poder.
El gobierno de Sudán dice que 10.000 árabes han sido asesinados. Bashir tenía previsto un segundo viaje a Kenia, esta vez para asistir a una cumbre de desarrollo regional que había sido programada para ser celebrada en Nairobi en octubre del año pasado.
La Corte Penal Internacional, a continuación, recordó a Kenia de su obligación de arrestar al líder sudanés, y pidió al Gobierno que le informara «sobre cualquier problema que pudiera impedir o evitar la detención y entrega de Omar al-Bashir en el caso de que la visita el país se produjera.» Esto dio lugar al traslado de la cumbre a la capital de Etiopía, que no es signataria del Estatuto de Roma.
La Unión Africana ha pedido en varias ocasiones a sus miembros, los Estados que no detengan al presidente sudanés, acusando por la Corte Penal Internacional argumentando que el arresto de Bashir podría dañar el proceso de paz entre Sudán y el sur de Sudán.
Bashir tomó parte en una cumbre regional en Malawi a mediados de octubre después de asistir a la ceremonia de investidura de Presidente de Yibuti, Omar Guelleh en mayo.
(RNW Africa, 28-11-11)
Noticia enviada y traducida por Eva Estaun, española residente en Nairobi.